Es increíble como una sencilla película, sin artificios ningunos, con un plantel de actores totalmente desconocidos fuera de su país y sin música ninguna durante todo el metraje sea capaz de atraparme como ésta lo ha hecho. Desde luego, desde este momento veré el cine rumano con otros ojos. Y después del visionado de esta pequeña pero enormemente dura película, agradezco más a la vida el haber nacido en la época en la que lo he hecho y vivir en el país en el que vivo. Anamaría Marinca ha enamorado a prácticamente todo el público, a mí también lo ha hecho, con una sencillez pasmosa a la hora de demostrar sus sentimientos. Y éso que en un principio no sería la ella la elegida para el papel de Otilia, pero el destino hizo que la actriz con la que se contaba cayera enferma. Así fue como esta joven actriz rumana afincada en Londres llegó al rodaje días antes de empezar a rodar. Pero cuando hay talento no hay nada que se interponga. Todos los elogios han sido para ella y se los ha ganado a pulso, pero no puedo menospreciar la actuación de la otra chica en discordia, la joven Laura Vasiliu, quién me ha emocionado también interpretando a la joven Gabita, su actuación tampoco desmerece el reconocimiento del público. Junto a ellas otro desconocido, Vlad Ivanov, en un papel odioso pero que el actor lleva a cabo con total corrección. Consigue sentirme rabiosa con él por su asquerosa y denigrante forma de actuar con las chicas. Para terminar, me gustaría dedicar esta crítica a mis dos amigas rumanas, Alina y Doriana, y decir a aquellos usuarios que, más que comentar la película, despotrican sobre las mujeres que deciden abortar, que ésto es una página dedicada a comentar cine puro y duro y no ha debatir sobre las conciencias morales de unos y otros y que hay que verse en el pellejo de esas personas antes de criticarlas por tomar la decisión que toman. Un saludo a todos.