Siempre he tenido cierta simpatía por esta película, me parece un trabajo de cine negro realmente bien llevado a cabo por Lee Tamahori, director del que me apetece ver el resto de trabajos que tiene hasta la fecha tras las cámaras. La ambientación de la película es magnífica, así como su música, realizada por Dave Grusin, y el elenco de actores que en ella participa es de lujo, sobre todo ese Nick Nolte encargado de la brigada sombrerista, policía que no ceja en su empeño de limpiar la ciudad de Los Angeles de mafiosos. Nolte siempre me ha gustado pero es que estos papeles de tipo duro le van como la seda y el actor se desenvuelve en ellos como pez en el agua. Junto a él tiene a unos secundarios que no están nada mal, aunque quizás el más importante de todos sea ese Chazz Palminteri que todo lo hace bien y que borda su papel de poli rarito. El atractivo Michael Madsen y el prematuramente fallecido Chris Penn completan la brigada policial. El siempre interesante John Malkovich se hace dueño aquí del papel de malo. Este actor siempre me ha dado algo de repulsión pero hay que reconocerle su valía actuando. El siempre secundario Treat Williams está destacable. En el lado femenino la guapísima Jennifer Connelly se llevaba el gato al agua. La chica, mucho más voluptuosa que en la actualidad le da toda la sensualidad que su papel de prostituta requería. La otra fémina de la función es Melanie Griffith quién nunca me ha apasionado pero a la que considero estar más que correcta aquí. Creo totalmente injusto su premio Razzie a peor actriz secundaria. En definitiva, creo que el amante del buen cine, bien hecho y con buena trama disfrutará de sobra con esta película.