Un día que ha amanecido gris y lo llevas fatal, te haces con una peli sin mucho convencimiento de que pueda ser una gran película porque ves que nada va a cambiar, que el día ha empezado mal y que la peli te hueles que va a ser un tostón porque todo transcurrirá en la misma línea sin remedio.
Pero, de repente una vez pasados los primeros minutos compruebas que estás ante un peliculón y que te está interesando y entonces el día se ha arreglado y te sientes animado. Qué bien. Dices. Ni te lo crees. Y encima te ríes.
Buenos, pues llegado el caso, no será con esta película.
En estos enredos tienes a un esforzado Goldblum, al hermano más maniático de los Crane, Niles, que sale un poco, a Selma y a los demás cumpliendo con un compromiso de guion que quiere divertir sin mucho esfuerzo.
Una película apática en la que se puede ver muy buenas intenciones pero que te dejará como un día gris y tontorrón, pero bueno, esos días también cuentan y hay gente que les gustan así.