Lenta y parsimoniosa; un drama bastante familiar cuando se trata de afectos y compromisos. El amor, que duda cabe, se consume y va perdiendo toda la pasión de los inicios. Esa crisis de confianza termina ahondándose aún más ante la presencia de un tercero. En éste caso la situación adquiere un mayor dramatismo porqué se trata de personas que mantienen convicciones éticas y religiosas en apariencia inamovibles. No obstante la película es muy pobre en su propuesta discursiva y los actores principales desarrollan interpretaciones muy pero muy planas.