Obra cumbre sobre la redención y la decadencia, narrada y filmada de una manera soberbia. Aronofsky aparca sus pretensiones y nos ofrece una mirada desgarradora y honesta sobre la soledad, el fracaso, los fantasmas que nos persiguen y el horrible miedo que nos da llevarnos todo eso a la tumba.

Randy "The Ram", es un viejo luchador acabado. Que tan solo pretende poner fin a su última etapa en la vida con dignidad. Micky Rourke, también en el ocaso de su carrera, nos ofrece una interpretación memorable, es sin duda el alma de esta gran obra. Apoyándose para no caer en una Marisa Tomei de altura, que ha sabido romper con sus registros. Gracias también, todo hay que decirlo, a una magistral dirección de actores. Que no es capaz, sin embargo, de salvar de la quema a una Evan Rachel Wood, que para no variar desentona.

"The wrestler" hace que me encuente, por primera vez, ante ese director venerado con el que nunca he llegado a conectar. No solo estoy ante el mejor Darren con diferencia, estoy ante el único que tengo capacidad de admirar. Espero que sea este, por fin, el comienzo de una larga amistad. Mostraré mi gratitud acudiendo a el estreno de "Black Swan", sin saber con que Darren me voy a encontrar.

Igualmente y solo por esto, ha merecido la pena esperarle.