Una verdadera pena que los guionistas de Wall-E no hayan sabido mantener el silencioso encanto y la gracia de los primeros 40 minutos durante lo que restaba de la pelicula. Todo esa soledad que tantos temas humanos y filosóficos daba a plantear esa parte inicial se desmorona luego en una seguidilla de persecuciones y personajes innecesarios que hacen parecer que se está viendo dos peliculas diferentes en una y que termina reduciendo toda la gracia del asunto a la de un videojuego.

Lo dicho; una verdadera pena, porque podría haber sido un producto muchísimo mejor que solo "bueno" y que se hubiese convertido en algo verdaderamente único en materia de narrativa animada.