"Mentes peligrosas" tiene dos cosas buenas. Una es la canción que se hizo muchísimo más famosa que la propia película y que barrió por los canales de radio y los locales de marcha, "Gangsta's Paradise". Me acuerdo perfectamente de su melodía y ritmo, aunque no así de su enrevesada letra, de la que sólo se me quedó el estribillo. Cuando se ponen a rapear en ese inglés cerrado no hay quien se entere, pero pese a todo aquel tema tenía gancho.
La otra cosa buena es la Pfeiffer desafiando al ñoño sistema educativo.
Y ya está. Lo demás, olvidable. Cuando sale la súper-profe haciendo sus numeritos de dura ex-marine no hay quien se lo trague, pero queda muy efectista, por supuesto.
No les vendría mal a todos los docentes del mundo hacer cursos intensivos de marine o entrenamientos intensivos de karate. Por si las moscas.