Los seres humanos vivimos por el Misterio. A partir del Misterio hilamos nuestra mitología, nuestra biografía, a partir del Misterio encontramos el juego, y jugamos a descifrarnos a nosotros mismos y al mundo circundante.

Ridley Scott en esta película, apuesta por el Misterio, por encontrarse y encontrarnos un lugar en el Misterio. No importa que rompa un poco la línea vedada, da igual que toque caminos trillados, da igual que no teja un guión de altura. Scott apuesta por el Misterio y por entrar de lleno en él, con las manos y los ojos muy abiertos.

Eso es lo que le agradezco, pues es lo mismo que le agradecí a aquellos que me mostraron, en la infancia, los primeros cuentos de hadas, los primeros cuentos y películas de terror y suspenso. A aquellos que, pese a su tartamudeo y su mal aliento, ampliaron las fronteras de nuestra Imaginación, y nos hicieron disfrutar un poco más del milagro de estar vivo, del asombro ante el milagro de estar vivo.