Una cinta típica para adolescentes que en ningún momento logra inquietar ni lograr climas de suspense, falla en sus claros objetivos de provocar miedo y aburre sin más con propuestas ya vistas y mucho mejor hechas en otras oportunidades.
Robert Rodríguez hace constantes guiños y referencias a películas de la talla de "Invasion of the Body Snatchers", "Men in black", "ET"; incluso nombrándolas sin tapujos. Además le insufló un toque humorístico y grotesco que no me cayó para nada bien, y si a eso le sumamos que las actuaciones son para el olvido (aún cuando cuenta con un elenco lleno de actores reconocidos, tanto con experiencia como jóvenes), el guión se acerca mucho a lo irrisorio con una pobreza de recursos y variantes que alarma.
El filme quiere mantener el tono de sobriedad mostrando poco y sugiriendo mucho. No obstante ello, promediando su metraje, empezarán a verse esta especie alien invasora y allí se perderá cualquier atisbo de seriedad y mesura para dar lugar a un verdadero zafarrancho que sólo puede causar gracia en algún espectador poco exigente y que tolere que se le ofrezca un producto lleno de los más convencionales e inefectivos códigos y arquetipos del género.
Si algo hay que destacar de este floja cinta de terror es su música, no tanto por las melodías orquestales que pueden resultar trilladas, sino por los temas musicales que le dan algo de ritmo a tanto desabrimiento narrativo.