Me ha encantado el final. Excepto para Sally, para todos los demás el futuro se ve con esperanza. A pesar de todo seguro que Don se quedó con la cuenta de Coca-Cola. Joan y Peggy fueron grandes productoras o lo que quisieran ser. Roger no pensó que se volvería a casar y al final lo hizo.
Parece que se discutió mucho sobre el final. Yo no tenía ni tengo dudas sobre él. Durante las siete temporadas los personajes han sido individuos fuertes, con grandes sueños, sin miedo al fracaso (y los que lo tenían se lo bebían en alcohol). No me he imaginado en ningún momento a Don tirándose por la ventana como algunos han sugerido que iba a pasar.
Don que ha sobrevivido a su dura niñez, que sobrevive a la guerra, que vuelve como un mentiroso pero logra tener una familia (que luego se destruye, peor él vuelve a encontrar compañía). Se nota que es un personaje fuerte y que sabe salir de cualquier problema.
Joan y Peggy, también son figuras fuertes. Las dos buscan un trabajo en el que sean valoradas y además quieren algo más de lo que han podido estudiar, porque saben que pueden, porque saben que valen y lo demuestran.
Roger, que nos da rabia muchas veces pero también nos reímos con él. Que al final es buen amigo y buen jefe.
Campbell, para mí el personaje más desdibujado de todos, o el que menos personalidad tiene. Me cae mal desde el principio, pero también tiene su fuerza y también sale adelante.
Megan, que es insoportable hasta para ella misma.
Beth, que, por fin, se decide a estudiar y a terminar lo que realmente le gusta.
En general, todos tienen sus desventuras, pero todos salen adelante. Incluso Sally, al final sabrá qué hacer.
Una serie que a pesar de ser un drama tiene un mensaje positivo.
Todos los premios que se ha llevado los tiene bien merecidos. No hay discusión ni tenía contra quien competir.
Enhorabuena por un trabajo bien hecho y espero más series de diez.