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Spain Spain · Badalona
Krostenz rating:
8
TV Series. Comedy An ignorant, wannabe-Jamaican British b-boy; an anti-Semitic, misogynistic but friendly Kazakhstani television reporter; and a homosexual Austrian fashonista--all played by Sacha Baron Cohen--conduct interviews on unsuspecting Americans, who include prominent pundits in the political system and celebrities, that reveal deeply hidden prejudices and challenge social mores within American society.
Language of the review:
  • es
August 12, 2009
19 of 20 users found this review helpful
La brillantez de Ali G no salta a primera vista. Para muchos -los que seguramente no le han dado una oportunidad o simplemente no ven más allá de sus narices- se trata tan sólo de un payaso con pintas de rapero analfabeto.

Sin embargo, ése es su gran genio. Sacha Baron Cohen, además de ser un virtuoso del disfraz y poseer un talento innato para perder la verguenza y aguantarse la risa, es un tipo muy inteligente.
Sus personajes son carcasas que le permiten utilizar los estereotipos más sonados para justificar sus estúpidas preguntas. Aunque, bien pensado, son estúpidas o más bien hirientes?
Cohen no descubre nada, hace 2.500 años Sócrates hacía lo mismo, planteando cuestiones tan obvias que, por su aparente sencillez, nos parecen estúpidas e ingenuas, pero que son, precisamente, las más complicadas de responder.
De entre sus tres personajes, Cohen saca los mejores recursos para retratar y ridiculizar nuestras sociedades perfectas. Porque, al tonto de Ali G -un blanco pijo que se cree un rapero negro de jamaica y que apenas sabe hablar-, al bueno de Borat -un kazajo misógino, antisemita y primitivo- o al plumón de Bruno -un presentador de TV con más amanerado que un huevo de pascua- la gente no se los toma en serio, y por eso sacan las respuestas más sinceras -homófobas, antijudías y por supuesto ignorantes-.

En definitiva, un show muy entretenido, un tanto canalla y vulgar, pero que es buenísimo a la hora de sacar los colores a nosotros mismos y a nuestra aparente sapiencia y esterilidad ideológica.
Es imposible no esbozar una sonrisa cuando el cateto Ali G entrevista a cualquier político o famoso -magnífica la producción, por cierto- y le hace darse cuenta que en realidad sus convicciones más firmes no son tan firmes como creía.
Keep it real.
Krostenz
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