"Masters del Universo" marcó una verdadera estética dentro de las series de animación infantiles. Hoy, sus gráficos podrán parecer poca cosa para las nuevas generaciones, pero hubo un momento donde fijaron una verdadera pauta y que conllevaba decorados tan curiosos como "La Montaña Serpiente" o el castillo de Grayskull.

En verdad, vista ya con una óptica alejada de cuando uno llevaba pantalones cortos, casi podríamos dudar de hasta que punto el producto estaba orientado a explotar los juguetes de Mattel, que llegaron a ser cotizados durante las festividades navideñas como verdadero regalo estrella.

La serie contaba con la fortuna de un villano carismático como Skeletor, verdaderamente más complejo e interesante que He-Man, quien cumple a la perfección con los tópicos y estereotipos de esta clase de héroe noble e incapaz de una maldad, al estilo Capitán Trueno o El Príncipe Valiente. También con una capacidad digna de Clark Kent de engañar a sus fieles amigos con un simple cambio de indumentaria. En verdad, esta máxima de villanos atractivos se cumplía, casi en detrimento de los héroes, sin ir más lejos, viene a la mente Evelyn, con bastantes más aristas que buena parte de los paladines de Eternia.

El programa tuvo varias secuelas, e incluso inicio una colección propia de cómics-books, asimismo, su popularidad llegó a tal extremo que tuvo una adaptación cinematográfica a la gran pantalla.

Así, este mítico opening con el poder de Grayskull sigue siendo un pequeño paraíso de la infancia en el caso de más de uno y de dos... entre los que me incluyo.