Este trabajo pseudoteatral, y apriori origina,l del asesinado cruelmente (por un terrorista islámico) Theo Van Gogh, acaba en su planteamiento, el resto, lejos de ser un duelo psicológico de altura, se queda en una especie de ida de tarro conversacional (pajillismo mental) donde ni las situaciones ni las personas las entiendo, y donde la divagación y una malentendida intensidad, que a mi no me llega, parecen forzadas.

Todo el lodazal psicológico que se nos presenta, acaba con un desenlace hollywoodiense en forma de truco donde parece que si, pero al final no, y los personajes nos han engañado, y nada es lo que parece sino todo lo contrario, y descubrimos que la película que veo es igual que la historia que pretende contar, un hombre y una mujer exagerando e impostando conductas irreales, no sólo para ellos mismos, sino para el espectador.

No obstante, el destino final de su autor, y el que sea una película con un planteamiento tan original, y rodada de una forma tan "fresca", hacen que posiblemente nunca la olvides del todo (cosa que me pasa con otras películas), por lo cual, y ya que nos acercamos a la navidad, le doy un aprobadillo raspado.

PD: Una de las muchas cosas que no entiendo es que un tío con el historial personal del protagonista, no quiera tirarse a la protagonista, la maciza oficial de Holanda.