Una de las mejores películas que ha dado el cine español. Carlos Saura, con su magistral dirección, consigue sofocarnos con una atmósfera opresiva y desasosegante. La forma que tiene Saura de despellejar a cada personaje con sus problemas personales, es absolutamente inquietante. Lo que iba a ser un día tranquilo de caza en el campo entre amigos, se convierte en una auténtica cacería humana. Un austero reflejo del hombre rural de la España franquista. El animal mata por supervivencia, mientras que el hombre mata por indiferencia.