Dumpling gira entorno a la relación que se establece entre una famosa actriz retirada y una especie de bruja-ginecóloga que le prepara unas empanadillas orientales (dumplings) rellenas de carne de feto humano, con cuya ingesta logrará la eterna juventud. En el momento de su estreno, la crítica especializada reprochó el hecho de que este largometraje nada nuevo aportaba a la historia homónima con la que el propio Chan participó en la obra colectiva Three… extremes. Vistas ambas piezas, que, excepto en metraje, coinciden en todo lo demás (historia, localizaciones, elenco e intenciones), sólo cabe decir que esta valoración, aunque comparativa y puntillosa, no anda desencaminada, ya que Dumplings únicamente añade elementos accesos a la parábola planteada en la versión menguada, perdiendo la capacidad de síntesis y de sutileza de ésta. Con todo, la película de Chan, al igual que las mejores cintas de terror (La noche de los muertos vivientes o La invasión de los ladrones de cuerpos), se vale de una trama de intriga fantástica para arremeter contra los aspectos más reprobables de nuestra sociedad, en concreto contra el culto al cuerpo, la obsesión por la estética, y la negación antinatural de algo tan inexorable como es envejecer. Altamente recomendable.