Internet ha cambiado, para bien o para mal, la forma de consumo audiovisual. Así, podemos disponer de un amplio catálogo de películas y series a través de descargas legales (o no), pero, además, ahora cualquiera puede demostrar su creatividad y mostrársela a todos gracias a la red de redes. Ello da pie tanto a subproductos de ínfima (e incluso nula) calidad como a otros más cuidados o interesantes, como el que nos ocupa.

La historia está protagonizada por dos amigos, Justin (Justin Tyler) y Alden (Alden Ford), quienes deciden crear una serie online. Por el camino se irán topando con todo tipo de personajes, desde ninjas y vampiros hasta celebridades. Y es que en realidad la trama de los episodios (cinco en total con una duración de entre cinco y ocho minutos cada uno) es una simple sucesión de gags más o menos logrados, siendo el resultado final tan correcto como curioso.