El auge del cine de ciencia-ficción a finales de los '70 y principios de los '80 no pasó desapercibido a Mel Brooks, el rey de la sátira que firmó esa obra maestra de la comedia surrealista que fue "El jovencito Frankenstein".

En "Spaceballs", Brooks no perdona ni a la saga más famosa del género. De hecho, todo el cuerpo principal del filme es una parodia descarada de "Star Wars", donde también se suceden guiños a películas tan taquilleras y famosas como "Star Trek", "El planeta de los simios", "El Mago de Oz" o "Alien". El gag de esta última es especialmente recordado, pues incluso John Hurt hace un cameo en él.

La historia, como sucede en este tipo de filmes, es muy simple, dando todo el protagonismo a los gags sueltos. El cazarecompensas Lone Starr (Bill Pullman parodiando a Han Solo) acepta el encargo de rescatar a la princesa Vespa (Daphne Zuniga parodiando a Leia), escapada del planeta Druidia por haberla obligado a casarse con el soso príncipe Valium. Lone Starr, Vómito (John Candy parodiando a Chewaka), un androide institutriz (parodiando a C3PO) y la princesa Vespa serán perseguidos por toda la galaxia por Dark Helmet (Rick Moranis parodiando a Darth Vader). En algún instante de su periplo, se encontrarán con Yogurt (Mel Brooks parodiando a Yoda), el cual enseñará a Lone Starr una fuerza que le ayudará a enfrentarse al temible Dark Helmet.

El humor de algunos de sus gags se ha quedado algo desfasado, como el recurso muy usado por Brooks de dirigirse al espectador en algunas escenas, y por ello a la película le pesan un tanto los años. A pesar de ello, consigue sacar varias sonrisas sobre todo a los amantes de la ciencia-ficción, que reconocerán la mayoría de los guiños, y siempre estará por encima de todas las Scary Movie, Epic Movie, Disaster Movie y demás "Movies" que campan a sus anchas por nuestras sufridas pantallas en los últimos años.