Basada en una obra escrita de Friedrich Dürrenmatt, un virtuoso escritor Suizo, “Código de honor” (también conocida en español como “Asesino oculto”), es una versión bastante libre, a mi entender, de la obra a la cual cita. La película se sostiene, actoralmente, en una de las mejores interpretaciones que Jack Nicholson haya realizado. Si bien puede sonar aventurado, debido a las cuantiosas grandes interpretaciones que Nicholson ejecuto en toda su basta carrera, si es necesario decir que esta, en la etapa final de su carrera, se destaca por ser una interpretación llena de libertad, versatilidad y temple. No vemos fisuras en su personaje y en su interpretación. Todo lo que hace parece formar parte de pequeños detalles que el intérprete nos brinda para comprender mejor el desenlace que luego se nos presentara. Claro está, que al recaer en él casi todas las escenas de importancia del film, su rol destaca aún más.

En cuanto a la historia, como mencione antes, presenta algunas variantes respecto a la obra escrita. Es una historia con tintes psicológicos, que hay que prestar especial atención para notarlos y entender, por consiguiente, el llamativo final. Si bien es cierto que las pistas podrían haber sido más precisas y claras (realmente, se nos presentan a migajas), la historia es atrapante y aporta algo nuevo al género.

En mi caso, si bien me pareció una buena película, lo que más disfrute fue la actuación de Jack, quien hoy (2023) ya se encuentra retirado. Es muy satisfactorio volver a este tipo de películas, fuera de los mayores éxitos de Nicholson y que en su momento no tuvieron demasiada dimensión, y ver un show actoral como el que nos brinda.