Creo que hay películas con las que hay que quedarse con la primera impresión que causaron la primera vez que se vieron, sobre todo si se vieron siendo niños. Esta es una de ellas, y no digo que sea una mala película ya que tiene escenas míticas que están en el imaginario de cualquier aficionado al terror, pero no da miedo ya que tampoco crea una tensión.
Los únicos momentos en que si hay elementos para dar miedo serían el inicio con la niña hablándole al televisor, la amenaza del árbol y, por supuesto, la amenaza del payaso. También la parte final en la piscina de la que no voy a hablar aunque creo que todo el mundo sabe a cual me refiero, vieran o no la película. Si esto fuera por este camino, mi opinión sería distinta pero el problema es que sacando esto, abusa demasiado de los efectos visuales lo que le da un toque irreal, demasiado infantil y para nada amenazante. Da igual que la niña esté atrapada en el inframundo o donde estuviese, llega un momento en que la casa parece un parque temático.
No se si lo que voy a decir es bueno o malo, pero lo que tienen este tipo de películas es que están tan metidas en el imaginario de la gente que, aunque ahora te defraude, recuerdas la primera vez que la viste y eso hace que la impresión sea agradable ya que el poder del recuerdo es demasiado fuerte.