La historia va de un preso judío que trabaja en las cámaras de gas y que se topa con su hijo muerto al que quiere enterrar. Esto, bien presentado, podría haber resultado una premisa muy interesante para sacar una película decente.

Por contra lo que tenemos frente a nosotros es un coñazo muy muy grande grabado en 4:3, la mitad del tiempo sobre la chepa del protagonista. Claro uno puede decir que eso ayuda a que te involucres y tal y percibas el horror y todo el rollo, sí sí claro, podría ser así, si no fuera porque todas esas escenas son la leche de borrosas y apenas se ve nada, lo único que se ve nítida es la chaqueta y la cabeza del protagonista, nada más.

Entiendo que el director quiere conseguir algún tipo de efecto que supongo que habrá sido muy bien valorado por los fans del cine iraní o películas que consisten en un tío durmiendo durante ocho horas. Por mi parte lo que provocó es aburrimiento, y el apenas enterarme de nada en una película que me ha parecido un total desperdicio que podría haber dado más de sí, corrijo, que podría haber dado algo de sí.

Lo dicho, decepcionante y pretenciosa gafapastada sobre el holocausto.

Lo primero que piensas cuando terminas de ver esta película es. ¿Qué favor tan grande le debía Cristopher Lee al director para salir en esta bazofia transmundana?

Puedo decir sin miedo a equivocarme que es una de las películas más malas y apestosas que he visto en mi vida. Funny man (que así se llama el malo de turno) es una cutre imitación de Freddy, es algo así como el tonto de la pandilla que intenta hacer gracia y te ríes por que te da pena y porque más pena te daría arrancarle la cabeza de un guantazo.

La película no tiene ni pies ni cabeza, no tiene argumento, su guión es infumable y sus personajes son odiosos.

Funny man intenta ser como Freddy, intentando hacer humor de su sadismo, pero en vez de resultar gracioso y carismático como lo era aquel, éste resulta patético y vergonzoso. Esa forma de andar como de rey del cotarro, esas conversaciones con la cámara, esos diálogos interminables sin ningún sentido ni humor con personajes a los que va a matar.

En cualquier caso, esta película es al menos una película sincera, no te engaña, porque desde el principio que aparece Funny Man saliendo bajo tierra y lo primero que se ve es su mano con el pulgar levantado como diciendo OK, ya te esperas que lo que vas a ver es una mierda de dimensiones mastodónticas, y en ese sentido cumple las expectativas.

Realmente intenta imitar a Freddy pero da la sensación de que al director se la repampinfla ni siquiera parecer el cuñado bastardo, da la sensación de que la hizo sólo por leer críticas como esta mientras se reía en su apartamento de 30 metros. Sólo por eso, por la sinceridad y honestidad de la cinta, le doy un voto en vez de coger el DVD y tirarlo por la ventana a voces como hice con El Pacto Vegetariano.

Película abominable que merece ser olvidada en el más profundo de los cajones.

Gags forzadísimos (como el del baño) y sin ninguna gracia que me hicieron sentir realmente incómodo y aburrido en el cine. El guión no tiene por donde cogerse y los protagonistas son realmente cargantes.

Realmente una película difícil de ver, y más sobre todo si se parte con la premisa de la primera película, aún así analizada como película independiente sigue siendo igual de patética y bochornosa.

Vergüenza ajena.