Tras 4 horas, 5 meriendas e innumerables visitas al baño, al fin termino de ver esta apología bíblica . A pesar de todo, no resulta una película aburrida; la intensidad del argumento no decae en ningún momento e incluso aumenta hacia el final. Aunque si es cierto que hay alguna escena en la que se recrea en exceso; pretendiendo describir a la perfección cada pasaje de la historia. Además, para su larga duración, es una obra dinámica, fácil de seguir y llena de citas fácilmente reconocibles. Por supuesto; tampoco pasa desapercibido el increíble despliegue de escenarios, infraestructuras, personas, vestuarios, animales y, como no, efectos especiales. Todo ello la llevo a ser un hito en su momento (1956), no en vano, fue la película más cara hecha hasta la fecha.

Los diez mandamientos cuenta la historia de Moisés y del pueblo hebreo, que durante cientos de años permanecieron esclavizados esperando la llegada de su salvador (Moisés). Antes de empezar, nos encontramos con un pequeño inconveniente; y es que probablemente ya conozcamos la historia y su final antes de ver el filme. Asimismo,deberemos dejar de lado nuestras creencias religiosas; porque solo contribuirán a distorsionar nuestro parecer sobre la obra.

Conscientes de esto, lo mejor será centrarse en disfrutar el minuto a minuto de la película, olvidándonos de nuestra ideología religiosa y del ya conocido final; que cuando llegue; a buen seguro nos dejará la boca abierta, y quizás nos inspire la siguiente idea: "he aquí un momento histórico en el cine". Al menos, eso me me ha ocurrido a mi.

Porque por encima de todo lo demás, creo que eso es lo que destaca a esta película; su importancia histórica. No cabe duda de que es una buena película, bien estructurada, sobre el papel bastante fiel a las sagradas escrituras y con unas actuaciones, que a mi parecer, estás muy logradas; claro que, en 4 horas, siempre resulta más fácil lucirse.

Pero como iba diciendo, esta película, enmarcada en la época de las grandes superproducciones de Hollywood (Ben-Hur, Quo Vadis, El puente sobre el río Kwai, ...) es historia del cine; es magnificencia, es grandiosidad, es esplendor; podríamos decir incluso que es chulería. Es una especie de película-show, en la que no dejan de sorprenderte, ya sea cubriendo las aguas del Nilo con sangre, o con las innumerables escenas de increíbles construcciones egipcias. Todo ello englobado en un ambiente épico y legendario que da fuerza a las imágenes y contribuye a que el espectador se emocione; algo que creo que se consigue. Todo esto sumado una temática religiosa y a una época en la que la religión estaba mucho más presente que hoy en día, no puede tener otro resultado que no sea el de éxito rotundo; en el aspecto económico al menos.

Así pues, concluiré diciendo, que es la típica película que todo amante del cine debe visualizar al menos una vez en la vida; en concreto, por el gran despliegue de medios, por el impacto que causó en su día y por el interés que suscita, comprender que ha hecho de este filme una de las películas más taquilleras de la historia del cine.