Hora y cincuenta minutos de tópicos, recursos manidos y sustos previsibles. Un producto mediocre mas del inefable Wes Craven, vieja gloria que mas que cine, improvisa imágenes.
Para melancólicos de la saga con estomago. No apto para paladares exigentes. Divertida para localizar gazapos y errores en el argumento.

Neve Campbell: Pasable, estatica.
Courteney Cox: Desconocida, un lifting mas y se convertira en pandereta.
David Arquette: En su linea. ¡Y en esta secuela ya no es cojo!