Buenas, cómo están. Estoy acá para decirles que Triangle of Sadness me pareció una gran película. Desde luego habrá muchos que no estén de acuerdo ya que las críticas de la mayoría de los cronistas del establishment han sido lapidarias y eso siempre responde a cierto sentido común cinematográfico instalado.

Triangle of sadness es la película ganadora de la Palma de Oro en el último Festival de Cannes y desde entonces sobre ella cayeron las críticas más feroces. Les copio algunos verbatim de esos textos.

"Flojísima sátira (...) Esta sátira banal, redundante y filmada a las apuradas (...) hace parecer a sus anteriores películas como obras maestras del cine."
Diego Lerer

"Una comedia ácida y negrísima con algunos pasajes que en principio pueden generar risas y hasta alguna carcajada aislada, pero que en su conjunto provoca irritación. (...) Un cine misantrópico, calculado, artero y efectista."
Diego Batlle

Yo pienso muy diferente, sin dejar de preguntarme qué ha hecho a la crítica ser tan dura con esta película que se sale completamente de los estándares del cine actual.

Creo que son pocos los directores hoy qué se atreven a desafiar las normas establecidas de lo que se debe filmar y a su vez ser exitosos. El de Ruben Östlund, director de la extraordinaria película Force Majeure, de The square (también ganadora de Cannes) y de esta de la que estamos hablando, es uno de esos caso, tal vez también con Yorgos Lanthimos. En Argentina creo que los únicos son hoy Gastón Duprat y Mariano Cohn, que tienen una visión parecida del mundo con Östlund y la expresan en películas y series que son, al menos, inquietantes.

Triangle of Madness pone sobre la mesa el malestar en la cultura actual, la lucha de clases en su versión globalizada y casi apocalíptica. Sus protagonistas son pobres espantajos de un mundo que se los devora y nos devora en medio del realismo capitalista del que parece imposible salir. La escena en el restaurante con los dos modelos es tan impactante como la de Force Majeure cuando viene la avalancha de nieve. Y lo ominoso qué es ver la película ya sabiendo que Charibi Dean, la ragazza de Triangle of sadness, está muerta en la vida real y nunca alcanzó a ver el estreno de la película.

En síntesis, una película que si uno está en esto de la cinefilia no puede dejar de ver.

Para mí, estando a principios de abril, ya puedo decir que es la película del año. (Ya se que se estrenó en 2022, pero yo la vi ayer).

PD: se puede ver en Amazon Prime

Flectere si nequeo superos
Acheronta movebo..!
(Si no podemos ir a los Cielos
inclinémonos a los Infiernos)
Virgilio, La Eneida

Fui a ver Blondi de y con Dolores Fonzi con malas expectativas porque a mi hermana, que sabe de cine más que yo, no le había gustado demasiado, me pareció, no la vi tan entusiasmada, aunque no me lo dijo expresamente. Andá a verla, me dijo y después hablamos. A mí, para mi propia sorpresa, me encantó.

Dolores Fonzi es una actriz monunental que domina todos los registros, la comedia, la sátira, el drama, la belleza, la fotogenia. Ya la habíamos visto brillar en La patota de Santiago Mitre, en Distancia de recate de Claudia Llosa y hasta en El aura de Fabián Bielinsky.

Acá dirige, actúa y escribe el guión. Y hace las tres cosas brillantemente.

Hay mucho hilo para cortar con la película y se puede ser muy crítico con la premisa sobre la que surfea que es "¿para qué sirve un padre?" Pregunta a la que responde sin ambages: no sirve para nada. La premisa también podría ser "los días más felices siempre fueron feministas".

Mirko es el producto de un universo sin hombres y el resultado es excelente. Y si en un ser humano sale bien el experimento, por qué no saldría bien en todos. En síntesis, los varones sobran. Podrás no estar de acuerdo con esa premisa (no es mi caso, yo coincido, deberíamos desaparecer por treinta años de la escena y el mundo sería mejor), hasta ahora lo vinimos haciendo muy mal casi todo) pero la introducción de esa idea, sin ningún tipo de concesiones me parece muy interesante. Ella ni siquiera lo plantea o lo subraya. Te lo muestra, hasta sutilmente.

Le pongo 8 puntos. Le resto un par de puntos por algún trazo grueso del principio con unos chistes qué no funcionan demasiado y por la elección de tantos temas de la Velvet Underground en la excelente banda de sonido, lo que delata un origen sofisticado, pagadamente intelectual y algo snob de la producción. Sin esas canciones, por los que debieron seguramente pagar fortunas por los derechos, y reemplazados por otros temitas lindos de bandas argentinas que estarían a la altura sin dudas (hay miles), le pondría un 9.

Creo que hay que verla en contrapunto con otra película parecida, Las buenas intenciones, de Ana García Blaya, que es un 10.

Está en el cine, pero pronto va a estar seguramente en Amazon Prime, que puso plata para el proyecto.

Felicitaciones a Dolores, Santiago Mitre (productor) y a todo el elenco qué está brillante, además de la cámara, que aporta belleza en medio del aparente caos amorosamente ordenado.

Hay todo un subgénero, el de robo a bancos, que en general da como resultado siempre buenas películas,es muy raro que una película con un robo a un banco sea mala.
Esta no es la excepción. La película es muy buena y te mantiene enganchado durante toda la trama.