Las primeras escenas de la película pueden dar lugar a pensar que se trata de una de tantas, un pensamiento totalmente equívoco. Desde el primer accidente presenciamos la lucha interior de la protagonista. Una Sandra Bullock que se ve amenazada por la dificultad de regresar a casa con vida, pero que en ciertos momentos se deja vencer por la desesperanza i las pocas ataduras que tiene en la Tierra. La superficialidad de un accidente en el espacio abre una ventana hacia la porfía del ser humano por lograr lo que parece imposible.
Uno de los momentos claves se da cuando el personaje encarnado por George Clooney aparece en la nave de la protagonista como producto de una imaginación. Esa visión es el último grito de la protagonista, el arrebato final que aprovechará la protagonista para salir con vida de ese infierno espacial.Aunque el final de largometraje pueda parecer algo previsible e incluso empíricamente improbable, aporta un cierto agrado ver como la única superviviente del accidente consigue regresar a casa sana y salva. En definitiva la película aporta la visión de la lucha del ser humano y una realidad que podría suceder en cualquier estación espacial actual.