Es la primera vez que escribo seriamente sobre una película, así que algo virgen voy a decir: 'Stalker' es maravillosa en su lentitud, en sus diálogos, en su foto, y por sobre todo en el (no)mensaje que deja. Por lo menos a mí, la primera vez que la vi me dejó planteándome miles de cosas sobre la vida, sobre lo que no comprendo y sobre lo que creo y sobre lo que no creo. Obviamente no es una película para todos, y ni se nos ocurra recomendarla a cualquiera. Apta sólo para los que disfruten del tiempo y de pensar.
Y aunque yo ni sabía que era una fan de las películas lentas, cuando miré Stalker prácticamente me volví enamoré del cine. Obra maestra desde cualquier punto de vista.

Miré esta película sin saber bien con qué me iba a encontrar, el argumento promete algo bueno o una verdadera porquería.
Y al principio pensé que era una porquería, sí. Aburrida, lenta, con poquísimo diálogo y una protagonista que me ponía nerviosa a cada segundo por no decir más de dos palabras. Pero de repente, en el primer giro de la película, me atrapó. Empezó a transmitirme esa gracia de lo absurdo, mezclado con lo increíblemente triste de la ingenuidad, creencia o fe. El maltrato que recibe Kumiko, la poca fe de los demás, y esa soledad que transmite son las cosas más me gustaron.

Me gustó, pero no más.
Valoré mucho la foto, la música, la interpretación de Carey Mulligan. Me restó un poco el papel de Matthias Schoenaerts, un poco roca para mi gusto, pero no distingo si es algo del actor o del personaje, así que no puedo criticarlo, simplemente no me gustó.
No cuenta algo nuevo, bastante predecible aunque con algunas escenas, tengo que admitir, que no me las esperaba. Pienso que cuenta con algunos baches y carece de emoción. Más allá de eso y dentro de todo la película se lleva bien, no aburre y entretiene, aunque como dije, hay escenas que rogué para que terminaran rápido.
Gustó, pero no sobresalió.