Ni es innovadora, no tiene los mejores efectos especiales, ni cuenta una historia transgresora, vaya, solo es una película normal, blockbuster, comedia americana o familiar, y esto justamente, es lo destacable. Nos encontramos antes una cinta narrativamente normal que ha generado controversia al invertir por completo los roles de género de sus personajes. Ver lo que de toda la vida lleva siendo de hombres en manos de mujeres (y que estas mujeres no sean del atractivo sexualizado al que estamos acostumbrados) parece no haber gustado a muchísimo público, lo que ha demostrado que no estamos en ese punto de igualdad en el que decimos estar. Los Cazafantasmas de 1984 no es más que puro entretenimiento, exactamente igual que esta. ¿Cual es el problema entonces? Creo que la discusión de cual es mejor o peor es lo que menos me importa de la película; solo he visto algo divertido y entretenido que no debería causarme más respuesta que la que me puede causar cualquier otra película del estilo. Qué sus protagonistas sean hombres y mujeres parece que nos sigue preocupando.

Una película que genera lazos amistosos al pueblo mexicano de parte de los estadounidenses es totalmente necesaria en la era Trump, sobre todo si está dirigida al público infantil. Igual que un director mexicano ganando el Oscar a la mejor dirección, Coco conquistó la gala y muchos corazones dando a Trump la patada en los huevos que se merece. Es razón suficiente para que la cinta consiga tanto reconocimiento, por no hablar de las maravillas visuales y a nivel de efectos a los que Pixar nos tiene acostumbrados, pero creo que una película con críticas tan positivas tiene que ser algo más, y la película que le arrebató la estatuilla a algo tan novedoso como "Loving Vincent" creo que debería tener algo más que un contexto social como el que se vive, especialmente si hablamos de los premios del cine. En este aspecto, aquello que marcaba diferencia entre Pixar y Disney ya no existe, y la formula que le lleva funcionándole a Micky Mouse desde los años 30 se repite de nuevo. Los mismos patrones una y otra vez, olvidándose de la narrativa para dársela a los avances técnicos: La familia tradicional parece ser lo único importante para la factoría, y aunque la historia nos lleva por pasajes imaginativos y momentos de mucha emoción, la linea argumental ya la hemos visto en demasiadas películas infantiles.

El cine es el séptimo arte, algo que ha veces olvidamos, pero no Aronofsky. El director ha usado el lenguaje que mejor maneja para hacernos ver su propia interpretación del amor puro y el amor fanático, construyendo el primero y degenerando el segundo. Algo basado en la búsqueda de admiración se desmorona, pero esta cinta no lo hace porque se construye desde una pregunta tan bien formulada que cada espectador deberá sacar su respuesta. Estamos hablando de el cine por el cine, aquel que hace pensar y sentir al espectador y que mediante diferentes estados e imágenes, algunas muy desagradables, las estancias de la casa ( que es igual de protagonista que Lawrence y Bardem) nos van relatando los acontecimientos. No es innovadora, pero ya se me había olvidado que este tipo de cine podía existir, y por eso celebro que Paramount, no se en que estado, financiase una idea tan difícil de vender.