El caballero de la noche es, del cine en general, una de las mejores muestras de genialidad cinematográfica demostrada por un director en la última década. Solo el gran Christopher Nolan puede tomar a uno de los mejores personajes de cómic jamás creados y llevarlo magníficamente a la gran pantalla. Dentro del género de superhéroes Marvel tiene mucho que envidiarle.

El guion (Co escrito por Chris Nolan y su hermano Jonathan) es poesía en estado puro, con frases ingeniosas que quedaran es la memoria tanto como los personajes que las expresan, un humor para nada pesado y momentos más que intensos. Los conceptos como la anarquía contra el orden establecido, el bien y el mal como fuerzas dependientes, la corrupción, el miedo, el heroísmo y la tragedia son el ADN de la película tejiendo cada punto de la historia, lo cual hace que salgamos del cine revaluando nuestros propios conceptos morales y eso es algo que pocos films logran. Gracias a estos y a la propia trama, la película es dotada de una oscuridad marcada que podría compararse con obras del genero policial, thriller o suspenso psicológico.
Ahora pasemos a cinematografía en general de la película. La dirección de Nolan es brillante y magistral logrando escenas que generan tanto asombro como tensión a medida que avanza la trama. Mención aparte merece la escena inicial del atraco al banco grabada en su totalidad con cámaras IMAX y dotada de una coreografía perfecta. Las escenas de acción tienen una calidad indudable y que no abusa de los efectos especiales. La fotografía es hermosa. Cada toma esta bien planteada y adecuada a la situación que se nos presenta, en parte por el talento de Nolan para manejar la cámara y los planos tanto abiertos como cerrados.

El reparto de lujo desde Christian Bale al gran Michael Caine pasando Aaron Eckhart y Gary Olman es notable, cada uno logra brillantes y destacadas actuaciones. Pero solo uno de ellos logra verdaderamente hacer arte con su interpretación y no es otro que Heath Ledger y su Joker. Este logra la perfección interpretativa asumiendo con cada molécula de su cuerpo al personaje con una dedicación total, transmitiendo una verdadera sensación de miedo en la audiencia y colocando al Joker en el puesto de mejores villanos de toda la historia del cine. Un óscar póstumo más que merecido. Descansa en paz Heath, LO LOGRASTE.

Finalmente, la banda sonora a cargo de James Newton Howard y Hans Zimmer como siempre excelente, destacando la melodía del Joker que logra una tensión hasta la médula y nos mantiene al borde del asiento.

Simplemente una obra maestra en la historia del cine que tiene que ser un ejemplo de manual para los futuros cineastas de todos los géneros y merecedora indiscutible de cada premio que se le otorgo.