Era necesaria una segunda temporada? No. Han sabido hacer una buena continuación del relato? No. Intenta mostrar soluciones, aunque no lo hace, solo muestra empatía. Puede que esté más pendiente de ser controvertida que inteligente, y puede que eso lo convierte por momentos inmoral o peligrosa, una cosa es ofrecer nuevas perspectivas sobre una narrativa complicada. Otra cosa es agregar capas que eliminen la lógica emocional de lo que vimos antes. La trama es repetitiva y lenta y, cuando se anima, ya te encuentras pasado el ecuador de la temporada. Es por eso que pierde el pulso y no aprovecha los momentos álgidos, escasos, terminando con la conversación que ya vimos en capítulos anteriores y nos conocemos de memoria, aún así se muestra crítico con el movimiento feminista y los tiroteos en los institutos americanos.La magia se pierde y esto se ve, sobretodo, en la música. Dónde están los temas de Joy Division, M83, The Order o esos grupos que descubrimos por primera vez el 2017? No está, aquí no hay un hilo conductor entre los sentimientos y las personalidades de los personajes, hay solo un guión y una banda sonora orquestal que pasa desapercibida y no hay momento que queramos sacar el móvil para shazamear una canción. Hannah Baker no debería aparecer en pantalla, al menos en esta segunda temporada, siempre está presente físicamente y es por eso que no terminamos de aceptar su suicidio y no te causa un sentimiento de tristeza o melancolía cuando hablan de ella en el juicio. La trama, además, se divide en el presente y en flashbacks, hay que destacar que la narrativa del pasado funciona mejor que la de la realidad al menos hasta el episodio 10, que es ahí cuando empieza Por Trece Razones 2. Aunque el personaje de Clay es descomunal con la interpretación de Minette además de la de Bryce Walker, el infame del instituto, se indaga má en las tramas secundarias con Hannah y es por eso que podemos hablar de una clara evolución en los personajes. La temporada se reduce al drama, la intriga y la violencia. Como show de entretenimiento funciona, como continuación no.

5/10
@polvilaseca @thecinematiclub

Con Corazón Salvaje, David Lynch me confirma la teoría que está más predispuesto a crear personajes sórdidos y atípicos, rozando la demencia o la caricatura, que a crear una historia sólida de principio a fin. Como si se tratara de un deleite propio del director por encima del deseo de encandilar al público con sus caracterizaciones y su universo, el cual no es fácil entrar. El sentimiento de no sentir que conectes con sus personajes es constante y desquiciante, ya que no llegas a entrar en la narrativa a pesar del potente arranque.

Una road movie hipersexualizada con pocas justificaciones en sus personajes y con algunos de los sellos más frecuentes del director. El dúo protagonista no me terminó de convencer, por una parte congenian muy bien en algunas escenas y otras veces la interpretación de Nicolas Cage no termina de cuajar, a diferencia de Laura Dern, que lo borda. A nivel formal sigue un poco el estilo de Blue Velvet, a destacar la banda sonora de Angelo Badalamenti, excelente, puro terror he llegado a sentir.

Sin duda alguna el relato yace y se desenvuelve a partir de la antítesis del amor y la violencia. Esta pasión desenfrenada de ambos personajes, que curiosamente sabemos bien poco de sus intenciones y, por otra parte, los personajes que simbolizan el desenfreno y la barbarie que aparecen en la segunda mitad de la historia. Sin duda alguna aquí es cuando empieza a decaer considerablemente.

La sensación constante de no poder congeniar con ningún protagonista por la poca recreación de sus mundos internos, ya sean sus preocupaciones, sus intenciones, qué les sucede... Es difícil llegar a conectar o sentir algo por estos personajes tan poco desarrollados en mi humilde opinión.