Toda la vida he pensado que no me gustaba el jazz. Es como cuando ves un plato de sesos y dices "no me gusta", y, por supuesto, no lo has probado ni tienes intención de hacerlo nunca. Había oído jazz en algún bar, de esos que ponen la música tan alta que la odias, sea Madonna, Bruno Mars o jazz.
El caso es que, no me preguntéis cómo, el año pasado acabé en un concierto de una Big Band, y se acabaron todos mis prejuicios sobre el jazz. Descubrí una música que llega al corazón, que hace que se muevan tus pies sin poder evitarlo, que te saca una sonrisa...
Whiplash es una película sobre la lucha por ser el mejor en algo, sobre los cuestionables métodos de enseñanza de un profesor que parece sacado de "La chaqueta metálica", sobre como la ambición puede convertirse en una enfermedad que acabe con tu vida. Es un duelo interpretativo entre Miles Teller (en un registro dramático que nada tiene que ver con su rol en Divergente), brillante e inolvidable como ese aspirante a gran intérprete musical, y JK Simmons, que nos tiene acostumbrados a su presencia en la pequeña pantalla y que con este Fletcher que nos regala, demuestra que llena una pantalla grande sobradamente.
Pero sobre todo y fundamentalmente, Whiplash es una película sobre jazz. Durante dos horas la música llena la sala, esa música que emociona y que acompaña una historia siendo tan protagonista como los dos grandes actores que la acompañanan. Más que recomendable.

Estoy revisitando la película en Cuatro, y recordando cómo disfruté cuando la vi en el cine, y sin duda, volviéndola a disfrutar. Sin duda, no es una obra maestra del cine; sin duda, el argumento es imposible, inviable, inverosímil y un montón de adjetivos más que empiezan por in-; y sin duda también es una película de acción y entretenimiento que consigue plenamente los objetivos que supongo se planteó John Woo.
Desde mi punto de vista, es un film más que recomendable que se debe ver sin analizar y tan sólo pasar un rato genial.

Desde estas navidades el visto el trailer de Silver Linings varias veces, y todas ellas he pensado "Uff, qué pinta de tostón..." Si ni siquiera la promoción de la película me hacía reír, ¿qué podía esperar de ella?

Llegaron las nominaciones a los Oscar, y empecé a leer algúna crítica por aquí y pensé "A ver si me estoy equivocando..." Bien, al menos ahí he acertado: me equivoqué completamente en mi primera apreciación.

Me horrorizan las comedias románticas. Podría decir incluso que me ponen de mal humor, y me paso la mayor parte de su metraje pensando, o incluso verbalizando "Venga...", "Anda ya..." "Bah..." Pues queridos amigos del cine, me he enamorado de esta película.

El argumento me ha enganchado desde el primer momento. No sabía a cual de los personajes le tenía más manía (porque, reconozcámoslo, son bastante odiosos), lo que me estaba diciendo mucho de la categoría de las interpretaciones, y al llegar el final, vaya, ya me había encariñado... Magníficos los dos protagonistas (el tío de Resacón en las Vegas y la de Los Juegos del Hambre nominados al Óscar, Oh my God), acompañados de una serie de inolvidables secundarios. No nombraría sólo a De Niro, la verdad.

Es emotiva, es diferente; romanticismo, el justo; risas, las justas también. Pero la sonrisa se va ampliando a medida que pasan los minutos y, en fin, el amor de las comedias convencionales no me lo creo nunca. Yo quiero uno como éste!!! En la locura y la cordura. Amén.

Soy una fanática del teatro además del cine, y acudo con frecuencia e intento estar al día del panorama nacional. "La ternura" se metió hace años en mi top ten y la he visto cuatro veces. Es una función deliciosa con muchas virtudes, pero lo más reseñable es que no dejas de reír de principio a fin.
Como digo en el título de mi crítica, desafortunadamente la película no es la obra de teatro. Es una comedia muy agradable, rodada en un entorno paradisíaco y con unos intérpretes solventes, pero que no llegan a provocar la carcajada. Sabía que en mi caso iba a ser difícil al tener en mis recuerdos algo tan memorable, pero el resto de la sala tampoco se ha reído.
Resumiendo, si habéis visto la obra de teatro, rebajad vuestras expectativas o no vayáis, y si no la habéis visto, disfrutaréis de una comedia simpática.