La niña muy guapa. Es lo único que recuerdo de esta perogrullada de película… y doy gracias por ello; creí que las secuelas iban a ser profundas y permanentes.
El título parecía interesante y no es que Richard Gere sea de mis actores preferidos, más bien, me da empalague, pero también estaba la Binoche (Me gusta bastante el cine francés)
¡Esa tía hace buenas pelis! – le dije a mi novio.
Mi novio casi me dejó a la salida del cine! Sinceramente, lo hubiera entendido…
La película resultó tal tostón que fue una de esas pocas veces en las que me hubiera gustado escurrirme por la butaca, reptar por el suelo, y salir de la sala sin que me viera el acomodador, para meterme en otra sala a ver… yo qué sé…¿EPIC MOVIE??
Supongo que lo me retuvo en el asiento fue el sentimiento de que todo podía cambiar, de que esa niña mona iba a dejar de d-e-l-e-t-r-e-a-r pijadas de una puñetera vez (por cierto, alquien me puede explicar el sentido de esos estúpidos concursos?) y que todo, tendría una explicación, religiosa o no, del cabala, del budismo… me valía cualquier cosa con tal de que no me hiciera sentir que había perdido casi dos horas de mi preciada vida.

Antes de comenzar a destripar la película, me gustaría plantear una cuestión, y es que no entiendo, al leer otras críticas el rechazo que mostráis hacia películas basadas o ambientadas en época de guerra. Son muchas las grandes obras que han surgido en este marco, por citar una “La vida es Bella”.
Y en cuanto a lo de revolver nuestro (no tan lejano como os creéis) pasado, pues qué hay de malo en hacerlo, si se hace con seriedad, respeto y rigor histórico? De siempre se ha dicho que conocer el pasado, ayuda a comprender el presente. No creo que “Las 13 rosas” sea un buen ejemplo sobre el cual apoyarme; pero creo que no deberíamos cerrarnos a ella por el mero hecho de que sea “otra peli más sobre el franquismo”.
Dicho esto, tampoco tengo nada nuevo que aportar. La película es lo que todos, con sólo ver el cartel, más o menos podíamos esperar: no decepciona del todo, pero en ningún caso consigue sobrecoger, si es que esa era su intención (me temo que sí, semejante desenlace no podía tener otro propósito), ni mucho menos narrar cómo fue la GCE.
Las interpretaciones, salvando a Pilar López de Ayala (poderosa siempre) están bastante flojas, pero qué esperabas si se tira de las estrellitas de “Los Serrano” y de actrices de la talla de Leticia Sabater. No os intento vacilar, permaneced atentos al ver Las 13 rosas porque en cualquier momento puede aparecer Leticia y zas!! Susto de muerte! Sinceramente, no se puede pretender hacer una película seria y meter a la reina del “con mucha marchaaaaa”. Todos están innecesariamente forzados y, en su totalidad, mal, si es que ni Marta Etura consiguió que me creyera su personaje!
Por mucho que se trate de una película basada en hechos reales, las situaciones que se plantean son cuanto menos inverosímiles, se han exagerado bastante hasta el punto de hacerlas ridículas, yo ya no sé si estuvieron recluidas en una cárcel o en un campamento de verano para niñas cantoras...
Y ¿está politizada? Hombre, pues hay que reconocer que sí… Que ni los malos fueron tan malos, ni los buenos fueron tan buenos es algo que ya lo sabemos todos… No obstante, tuve la suerte de no vivir en esa época, así que no me inmiscuiré más en el tema.
Pero sin lugar a dudas lo peor de esta película es el final a modo – pásame otro pañuelo que este ya lo he empapado - es decir, de lágrima no, lagrimón fácil, de los que me revientan.
Una historia así merecía otro tratamiento.
A pesar de todo le pongo un 6, por qué?
Pues por Pilar, y porque si no la miras como una película histórica, tampoco está tan mal.