Había leído buenas críticas y elogios de la película, pero jamás me había imaginado una película como ésta; bella, emotiva y burra a partes iguales. Una película de bajo presupuesto ha puesto en ridículo a toda la parafernalia holliwodiense... Factura técnica y artística impecable, un estilo serio y realista como demandamos en Europa y escenas que se han convertido ya en un referente del fantástico moderno. Las interpretaciones de los niños -kare Hedebrant y Lina Leandersson- son increibles, un oscar cada uno es poco; se te remueve el corazón con tan crudas exhibiciones de soledad, amor y amistad que transmiten. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto viendo cine y menos, que me descolocara de esta manera. Por fin una propuesta valiente y diferente.