A un lado del ring, el oficial de policia de San Francisco, Frank Connor, motivado por salvar la vida de su hijo, gravemente enfermo, y que no dudará en arriesgarlo todo...
Al otro lado del ring, el preso Pete McCabe, peligroso psicópata que no dudará en eliminar todo lo que se ponga entre él y la libertad...

Pues la película viene a ser una amalgama de tiroteos, persecuciones, estallidos y algún que otro roce-cariño-amistad (en frases como "abre la puerta, socio"). Todo ello, sumado a una trama que poco a poco se va derrumbando, componen este thriller intenso de principio a fin, que evita el aburrimiento a base de ráfagas de acción.

Andy García da vida a Frank Connor, un policía desesperado por encontrar un donante compatible con su hijo, gravemente enfermo. Rebuscado o no, el único donante compatible es el preso Pete McCabe, encarnado por un sensacional Michael Keaton. Vaya suerte la mía debió pensar el bueno de Andy, porque mira que hay gente en el planeta y me toca lidiar con la más fea.

Como cabe esperar, Michael Keaton, con una actitud ante la cámara brutal, con frases y gestos entrañablemente terroríficos, se las ingenia para que la operación sea la puerta que se le abra en las narices para escapar y conseguir una libertad que, antes de que Andy apareciera, era totalmente inalcanzable.
Escapar lo que se dice escapar de la policía no tiene tanta dificultad si observamos que el jefe de policía es Brian Cox, ese actor secundario de lujo que no falta en ninguna película y que, en este caso, su papel es meramente testimonial (aunque, eso sí, le da tiempo a dudar de la legalidad de Andy García y hacer la trama un poco mas interesante)...

La película avanza con altibajos entre la acción americana de tiroteos y persecuciones, mezclándola con esa pizca de compasión de Keaton hacía el pobre niño enfermo, y el afán de Andy por hacerse amigo del preso (si no quiere por las malas, quizás lo haga por las buenas).

Resumidas cuentas, el papel de Andy García nos recuerda mucho al de Denzel Washington en John Q, y el de Michael Keaton, que borda el papel de psicópata, nos hace una caipirinha con Hannibal Lecter, Max Cady (El Cabo del Miedo) y John Doe (Seven).

Excelente alegoría metafórica y similitud con la vida real. ¿Que es mas importante, el dinero o el tiempo? Tal como decía Quevedo, 'poderoso caballero es don Dinero', Andrew Niccol nos advierte de que 'mas poderoso aún es el señor Tiempo'.

La película nos introduce en un mundo paralelo donde todo se paga con tiempo: impuestos, comida, gasolina, teléfono, etc. Y, haciendo el paralelismo con la vida real, hay gente que vive el dia a dia por falta de tiempo, y trabaja para tener mas tiempo de vida, y otros que viven cientos de años gracias a los impuestos que pagan los mas desfavorecidos.

Con esta trama, donde continuamente el tiempo de vida de los protagonistas (que continuamente se miran el 'reloj vital') es el tema principal, debería de inducir una angustia al espectador que nunca llega lo suficiente como para agobiar. Fallos de guión aparte, la película circula correctamente, con algunos altibajos, a un ritmo que intenta acelerar sin conseguirlo y que induce al espectador una sensación de 'se podía haber sacado mucho mas partido'.

Ningún actor sobresale de los demas, si bien, tampoco devalúan al reparto. En términos generales, todos muy correctos, sin alardes ni chispas. Aunque me da la sensación de que a Cillian Murphy se le podía haber sacado mucho más partido.

Por tanto, 'In Time' es una pelicula apta para todos los públicos, sencilla y lineal, que podía haber sido mucho mas película de lo que al final ha quedado. Recomendada por su llamativa y ingeniosa trama.

Y nieve se ve tela en la película. Y digo película, no pelicuón ni obra maestra. Es una película simple, fría, blanca y que, con el paso del tiempo, desparace, como la nieve.

Es simple. Un secuestro planificado, que se lía debido a la inexperiencia tanto de los secuestradores como del planificador. Por un lado, Steve Buscemi y Peter Stormare hacen de secuestradores del tres al cuarto, que dejan huellas y pistas hallá por donde pasan. Uno es un 'tio raro', y el otro es un tío sin escrúpulos. Como 'cerebro pensante' tenemos a William H.Macy, que, gracias a su parecido con Ned Flanders, parece que es un bonachón y por ser así, todo le va saliendo mal...

Es fría, tanto en su contexto, como en su final. Empieza prometiendo, y se va diluyendo conforme la policia Frances McDormand (y sus incesables siiiii, con sonrisitas falsas) va atando cabos.

Es blanca, es decir, no tiene color. No tiene altibajos, es constante, sin momentos enormes, ni bajonazos.

Y desaparece con el paso del tiempo, es olvidable.

Resumiendo, una película del montón, con actuaciones del montón y poco más.

Buen tributo al amor y el enamoramiento del siempre bueno de Kevin Smith.

Con 'Persiguiendo a Amy' nos ofrece una historia simple y conmovedora, por momentos quizás muy lineal, pero con unos diálogos picantes y punzantes, y unas actuaciones muy a la altura, por un lado, un correcto Affleck, maravillado por la bella Joey L.Adams que quizás en la versión castellana pierde mucho por el horrendo dobaje de voz de perro. Al otro lado, un tremendo Jason Lee, el mejor de este trío, que se come la pantalla cada vez que sale con sus comentarios hirientes e hilarantes.

Película muy recomendada para una tarde tranquila, muy recomendada si eres fan de Kevin Smith, que te atrapa desde el principio, y con un final que te deja un muy buen sabor de boca.

Russell en estado puro en esta película, que lejos de permanecer en una película de boxeo, añade unos valores poco vistos en películas de este tipo, no es una película que trata sobre un hombre que quiere boxear, es una película sobre un hombre que necesita boxear, para seguir adelante, para sacar a una familia de la pobreza que atravesaba el país, para demostrar al mundo que si uno quiere, es muy posible que se consiga...para mi, Russell esta inmenso, y se acredita como uno de los mejores actores del momento.Saludos.