Lo más difícil en la adaptación de una obra del período romántico es lo siguiente:
1-No caer en el desgarro grandilocuente.
2- No caer en la blandenguería cursi.
3- Conseguir que la peña no llore en masa. O sea, una lagrimilla furtiva está bien, pero... ya.
4- Transmitir las emociones eternas con elegancia y belleza artística, y transmitirlas consiguiendo que el espectador sea Jane y que sea Rochester.

Pues bien, Fukunaga consigue todo esto al 100%.
Con una trabajadísima CONTENCIÓN en las interpretaciones de ambos. El uso de la mirada y los silencios...
Y además el físico de los protagonistas es para mí el ideal: una "bella con alma" y con una fuerza interior sin límites. Y un "no guapo" pero guapo, masculino sin excesos y totalmente creíble. Le doy un 10 hasta a los del casting.
La mejor versión que he visto de la obra.
Trabajo y talento.
Visión obligada.

Ésta es una película para los que aprecian a los precursores, a los primeros en abrir una puerta por la que otros muchos pasarán: Picasso, Chuck Berry, D.W. Griffith... Estamos asistiendo no sólo al comienzo del cine sonoro, sino del CINE POLICÍACO.
Con todos sus defectos, disfruté mucho viéndola... por este motivo. El travelling en subida vertical a lo largo de una escalera, con la casa cortada como la de 13 Rue del Percebe (grande Ibáñez), con un par... te deja sin aire
¿Y nadie ha reparado en que la escena del homicidio la resuelve como hizo en Psicosis muchos años después? Cuchillo y cortina moviéndose!!!! Viva el autoplagio, que es el único plagio legal... y ético si se usa bien, como en este caso.
Hay que verla... como tiene que ver la capilla Scrovegni (Giotto) aquel que disfruta con la pintura y quiere ver cómo nace en 1300 la pintura occidental.

Carta blanca de los productores para Mr. Lean.
Ya les hubiera gustado a otros (como a Mr. Peckinpah) que no les limitaran el metraje ni los dólares.
Resultado: Pssssschsssss... Bueeeeeeeeno... Un poco de todo.
Lo peor: le sobran 50 minutos, y hablo de montaje. Un bello plano panorámico de esa playa o ese bosque va sobrado con 15 segundos. Hacerlo de 45 es aburrir.
Y Sarah Miles. No transmite. Al final no resultó otra Julie Christie.
Lo mejor: Mitchum: ¡Qué presencia, qué manera de llenar la pantalla, de decir cosas sin hablar! Y Trevor Howard. Entre los dos sostienen la película.
Buena galería de personaje secundarios, aunque algo arquetípicos. Sin embargo, les salva el aspecto poliédrico con el que son pintados, sin maniqueísmos, como las personas de verdad, que por momentos somos chachis o bien la cagamos, según nos dé.
Sí, hombre, puedes verla, está bien. Pero en casi el mismo tiempo (o no mucho más) puedes leerte Madame Bovary, que cuenta lo mismo con más inspiración y riqueza de matices... y con más personajes y menos arquetipos... porque al final el único personaje personaje es el de Mitchum, al menos para mí.
Una curiosidad: el movimiento del personaje "el pueblo", siempre al unísono, como los de Fuenteovejuna. Hay momentos en que parece que van a ponerse a cantar una pieza de Verdi. Resulta entre irritante y simpático.