No me voy a extender mucho ni entrar en críticas técnicas o argumentales. En dos palabras, hez televisiva. Y dos palabras también. Bendito Filmaffinity. Pensando que era un desgraciado que tenía que ver esta serie por obligación porque le gusta a mi señora, ya me veía como un ser extraño. Solitario en esa tesitura. Así que después no sé ya de los tropecientos capítulos infumables que me he tenido que tragar, decidí entrar aquí a puntuar la serie de los cojones. Además con gusto, puesto que es la única satisfacción que le voy a sacar a la basura de serie esta, puntuarla con saña como la soberana mierda que es. Eso sí, esperando que tuviera una nota media entre 5 y 6 o incluso más, como otros mojones comerciales de prime time o de consumo mayoritario. Ya me preparaba para que me salieran sarpullidos al verlo, pero he aquí mi satisfacción. Ver la nota media de esta serie no me hace más que confirmar que hay cientos de compadres en mi situación. Hombres con resquemor que han votado a esta puta mierda como se merece y con odio, y que obviamente se encuentran en mi lugar. La situación del calzonazos alfa. Obligados a engullir capítulos eternos, insulsos, tediosos y todos los adjetivos similares que encontréis. Y todo por amor, no me jodas. Menuda tortura.
Como ya ha dicho el compi en otro comentario, los turcos estos se podían haber dedicado a otros menesteres, porque menudas bazofias televisivas se marcan. Cristal, Kassandra o Topacio son Los Soprano o The Wire al lado de sus mierdas. Y lo digo como polivíctima, que también mi amor se ha visto a prueba tragándome previamente Elif....
Mención a parte tiene la puta cancioncilla de los cojones que suena cada dos por tres. La tengo ya incrustada en el tímpano, rayándome la cabeza y la puta vida.
Y lo mejor de todo, comentarle a tu querida compañera de vida, la culpable de todos estos males, que la serie es una castaña que flipas (obviamente con otras palabras, digamos más sumisas) y que te conteste to convencida "Pero que dices, si es un éxito mundial, ¡¡lo dice Antena 3!!" ....... La madre que me parió.....

Pues eso. Si no tienes ni pajolera idea del tema o sabes algo así por encima, este es el documental que tienes que ver para conocer sobre el famoso caso. Pero como pone en mi título, solo obtendrías tu titulación de 1º de Alcásser. Lo único malo que tiene, es que lejos de ser objetivo, va intentar que te pongas del lado de la versión oficial. Y además, pensarás que eres un erudito sobre el caso, cuando en realidad te faltarán muchísimos datos bastante importantes de una de las historias más complejas y misteriosas que han acaecido por la piel de toro.

Si después de 1º, te ha picado el gusanillo, muchos de esos datos los verás en 2º y 3º (osea, informándote por tu cuenta e intentando crearte una opinión propia). Entonces te darás cuenta de que Netflix, te ha vendido un documental tirando a regulero como si fuese el summum del periodismo, maquillándotelo todo un poco con entrevistas de todos los implicados (cuidadosamente dirigidas las que les han convenido para influir en tu opinión, como por ejemplo sacar siempre a Juan Ignacio Blanco con fondo negro, o apretando a muerte al casi octogenario Dr. Frontela en su entrevista y, sin embargo, les falta aplaudir en la parca entrevista al guardia civil de la policía judicial después del insulto a la mínima inteligencia que suelta por la boca para justificarse, eso si, con el campo de fondo para que te transmita serenidad o algo por el estilo), una compilación de programas de televisión de la época que hace que parezca un laborioso trabajo de documentación (que seguro no han tardado tanto en compilar y seleccionar),que además tocan la fibra de la nostalgia a quien vivió el caso en la época (ganando un poco de rédito facilito) y un montaje en general bastante bueno que hace que te fijes en las manos del mago y no veas el truco.

Tenían materia más que de sobra para haber hecho un documental épico (totalmente lamentable la de datos que dejan fuera o como pasan de soslayo sobre algunos bastante importantes). Pero para eso tendría que haber imperado la objetividad, y por supuesto el rigor periodístico (todavía me revuelvo en mi bilis cada vez que recuerdo al periodista del final hablando sobre lo de Ricart en el tren), y Netflix y el director de este documental, del que ni me sé el nombre ni me lo pienso aprender, pues no estaban por la labor.

Mención a parte para el oportunista, fuera de lugar, inapropiado y cutre alegato final. Metido a capón, nuevamente se insulta a la inteligencia del personal con un mensaje puesto ni más ni menos que para quedar bien y que no pinta absolutamente nada.

Pues haciendo zapping a altas horas me encuentro con esta joyita. Joyita que pese a ser aficionado a ese gran género patrio del cine, que es el cine quinqui, no atisbo a reconocer, Así pues tiro de guía buscando datos y me encuentro con que lo que tengo ante mis ojos es la versión femenina de la gran trilogía quinqui de De la Loma. Y encima la dirige De la Loma!! A veces mi ignorancia me proporciona este tipo de alegrías. Así pues descubro que la versión calenturienta protagonizada por Nacho Vidal, al parecer no versionaba las andanzas del Torete, si no las de Crista, Berta y Sole. Otro aprendizaje cinéfilo más antes de irme a la piltra.
Total que tras informarme y ver que acaba de empezar, me dispongo a pasar un rato bueno, esperando algo similar a lo ya visto con las andanzas del Torete y compañía. Pero cual es mi sorpresa, que según avanzan los minutos me voy encontrando con una historia floja por no decir cutre. Que leches, digámoslo, es cutre del copón. No sé cual es mi escena de mierda preferida. Quizá la del travesti con los polis, la de la prostituta en el bar o la lamentable escena en la que el trío protagonista comienza a atracar, con una de ellas pasando por varón y en la que el atracado huye mientras una de ellas corre ortopédicamente tras él con la navaja. Empiezan a desfilar ante el televisor una seguidilla de escenas mal elaboradas y lamentables, sobre todo las que conllevan acción (acción por llamarlo de alguna manera), con pésimas actuaciones y conversaciones que más que acercarnos al drama nos sacan carcajadas. Guión malo, diálogos malísimos, actores muy muy malos (especial mención para los policías)... La música son bases de organillo del gitano que va con la cabra por los barrios. Es lo más similar que encuentro para poder describirla. En fin, que toda su atmósfera destila y supura cutrez, pero aun así te echas unas risas que compensan los minutos perdidos. Por lo menos a mí, aunque reconozco que soy propenso a encontrarle el encanto a cualquier mierda que vea a través de una pantalla. Si la ves en ese plan, no está de más para echar un rato "güeno" con los colegas. Si buscas cine más o menos serio, no es tu película ni de lejos.
Ah! y por último, no, esta "Perras Callejeras" no es la porno, pero seguro que la de Nacho Vidal tiene un guión, actuaciones y diálogos bastante más elaborados y encomiables.

Aquí ando, todavía impactado por el pedazo de truño que acabo de digerir. Impávido tras visualizar una película que como poco, debería haberme provocado una diarrea cerebral. Pero no, como siempre, este tipo de producciones sacan lo mejor de mí y me hacen revelarme ante mi naturaleza holgazana, esa que hace que, pese a encantarme el cine, nunca tenga ganas de escribir una crítica con ninguna película, ni siquiera las que más me han gustado. Y en esas estamos, realizando un análisis de este trabajo de Scott Wheeler, del que no tengo ninguna referencia ni pajolera idea de su vida, pero que sin duda, debe tener una labia de cojones para conseguir que alguien le financie semejante mierda. Y a parte, tener mucho arrojo, concrétamente el de tener los santos huevos de darle forma a esta defecación cinematográfica. Y es que si algo es "La invasión de los cyber robots", es eso, una puta mierda. Con su hedor y todo. Parece mentira que en pleno 2009 usaran unos efectos especiales como los que se han manejado los compadres, entre otras cosas. Basura de la "güena". No quiero profundizar, no lo merece. Simplemente a grandes rasgos, todo lo que compone este film es muy malo. Actuaciones pésimas, fotografía deficiente, los mencionados efectos especiales parecen hechos con MS-DOS, la música lamentable y el guión absurdo. No se salva ni el apuntador.
Pero sin embargo, lo que me gusta de estas películas es su desparpajo. Desde el principio hasta el final y desde la primera persona que la integra hasta la última. Obviamente, aquí todos saben en el ambiente fecal que se mueven, y no creo que ninguno tenga pretensión de salir de esa alcantarilla vacilando de higiene, es más, yo creo que se dicen a sí mismos, "¡de perdidos al río, que coño!" y retozan cual gorrinillos. Así que pese a hallarse inmersos en esta vorágine de escatología cinematográfica, se esmeran, y a uno no le queda más remedio que reconocer que, aunque obviamente no se está ante la gran joya del séptimo arte, se lo está pasando bien. Porque las risas son constantes y que leches, de eso se trata el cine, ¿no?, de pasarlo bien y pasar un rato entretenido y yo desde luego, con este vómito televisivo me lo he pasado bien y en ningún momento he sentido el impulso de cambiar de canal. Por cierto, ole por la testiculina de los trabajadores de la conocida cadena de televisión que nos ha deleitado esta tarde con la apasionante "Transmorphers 2". Imagino que el cachondeito y el buen ambiente de trabajo que se debe dar por allí tiene que ser acojonante, porque la decisión de poner este tipo de películas en horario de tarde, me lleva innequívocamente a relacionarla con borracheras, apuestas o drogadicciones severas en horas de trabajo, lo que me produce profusa envidia. Eso sí, al César lo que es del César, y del pedazo de "1" que le voy a cascar no le salva ni Perry.

Pues nada, segunda crítica que realizo y segunda película de mierda que critico. No lo entiendo. Debe ser que me pone eso de exponer las miserias del mundo cinéfilo. En este caso le ha tocado a esta peculiar miniserie en la que, diciéndolo de un modo suave, se han pasado la historia del Arca de Noé por el forro de los cojones. Y es que sinceramente, no sé donde coño está la historia de Noé en esta película. Han cogido la historia de Noé en parte o por partes y la han mezclado con la de Sodoma y Gomorra (¿?) por la cara. ¡Eh!, y se han `fumao´ un puro. Es de ese tipo de películas que siempre me hacen preguntarme, con la de hambre que hay en el mundo, el porqué se desperdician millones de dolares en realizarlas. Pero bueno, dicho ésto, pasemos ya al análisis minucioso.

En primer lugar, lo que llama la atención, es el increíble parecido de Jon Voight en esta película con Santiago Segura. En serio, con la barba y la coleta se me da un parecido elevado. Pero si además le añadimos que la película a ratos, nos pretende transmitir un poco de humor (del malo, como todo en ella), pues hace que el personaje de Noé parezca la versión hippy-bíblica de Torrente o el Gran Vázquez. Ahí ya de pronto nos encontramos con que, aun queriendo, es imposible tomar la película en serio. Pero luego viene lo bueno. A parte de ser uno de los peores papeles en los que he visto inmerso al progenitor de Angelina, uno se da de bruces con el ya mencionado argumento. Por momentos me imagino el departamento de despojos de Hollywood, en el que veo a los cuatro inútiles que nadie quiere, hinchándose a LSD y enteógenos varios, recibiendo los retales de todos los guiones y películas hollywoodienses con la misión de ensamblarlas y poder aprovechar algo, ganando algunos dolares de paso, creando películas de tal calaña como la que tratamos aquí. Así de claro, es la única explicación que me viene a la cabeza. Entonces, aun así, uno decide tragárselo y continuar viéndola, pero ahí están todos los actores esforzándose enconadamente para que la película continue siendo un mojón. Quizá, como han dicho antes por ahí, se salve Mary Steenburgen. Aunque no sé si se salva per se, o porque en mi cabeza perduran los juveniles y ardientes pensamientos que me produjo cuando la ví en `A Quien Ama Gilbert Grape´. No sabría deciros...

En el apartado técnico destaco sobremanera los lamentables efectos especiales (la lava del volcán por poner un ejemplo). En este caso os lanzo un mensaje a los productores o quien leches se haga cargo de ellos en las pelis. Si no tenéis dinero para unos efectos especiales creíbles, no metáis efectos especiales. Sin más, porque corréis el riesgo de que pensemos que, a pesar de que seáis el padre de familia perfecto, marido perfecto y empleado perfecto, que ayuda a cruzar ciegos, no fuma ni se droga, no dice tacos y hace footing todos los días, sois un porrero que ese día delegó en su hijo de 8 años porque le dio un amarillo. Y encima no le dejó la clave del programa bueno y el pobre niño los tuvo que hacer con el Paint del Windows. En serio, no solo vuestro expediente laboral quedará en entredicho, también el social y el paternal incluso. Y es que os lo merecéis porque no hay derecho como espectador a tener que aguantar esas bochornosas imágenes.
Y por último, queda el aspecto sonoro, del cual no voy a destacar nada ni para bien ni para mal. No por desgana, sino porque no me ha transmitido nada que alabar ni que vilipendiar. Solo me asquea que la voz de Dios sea la misma que la de Noé, aunque imagino que eso será cosa del doblaje aunque no los culpo, tampoco van a poner toda la carne en el asador con este despropósito de película.

En fin gente, como siempre digo en estos casos, película totalmente inapropiada si buscas pasar una tarde de cine buena o estudias cinematografía y buscas aprender algo. No obstante, si lo que buscas es reírte de una peli, no con una peli... bueno que coño, es que ni eso. Que no, que ni se te ocurra perder el tiempo y de nada por adelantado.