Empieza con fuerza, con una buena presentación de los personajes, puesta en escena, música y fotografía. Cada detalle está cuidado, y coge al espectador. La música no la recordarás al día siguiente, pero en el momento la valoras positivamente. Los millones de dólares que ha costado se nota que están bien invertidos.

la parte central de la película baja en intensidad, contando una serie de sucesos, uno detrás de otro, pero con falta de chispa en el guión. Parece como si le hubieran pegado tijeretazos por exceso de metraje, y a veces hay saltos entre escenas que te desconciertan un poco.

El tramo final es conmovedor, y sales de la sala de cine con un buen sabor de boca. La tesis de Joffé sobre el dolor+odio+perdón es a mi parecer muy interesante. Si eres propenso a llorar... llévate un pañuelo porque lo usarás.

Los personajes: Charlie Cox (Escrivá de Balaguer), Unax Ugalde, Olga Kurilenko y Santoro, tremendos en su interpretación. Me ha decepcionado Wes Bentley (Manolo Torres) pues es poco expresivo y sin embargo tiene un papel importante en el guión. Alfonso Bassave y Santoro es una pena que hagan papeles tan cortos, porque actúan realmente bien.

Creo que merece la pena pagar por verla en el cine.