Un monstruito que viaja a través de la luz y las pantallas (y se hace llamar Larry, típico nombre de monstruo) quiere ser amigo de nuestro pequeño protagonista autista (mini-spoiler: a ninguno de los dos se les da bien hacer amigos).

El terror consiste básicamente en: luces intermitentes que se apagan, muebles que se mueven y puertas que se cierran solas. También en subidas de volumen cuando, de repente, aparece algo. Larry es un CGI bastante cutre.

Guion sin tensión, personajes totalmente planos excepto el niño protagonista cuyo pequeño actor no lo hace mal y es lo único salvable junto con la parte sentimental del final, que, aunque predecible, sí consigue algo química.

No merece la pena.

Lo que más llama la atención de esta película es la belleza que desprende cada plano, están tan cuidados que incluso llegan a niveles de grandísimos directores. Es una pena que no se haya prodigado más este director porque prometía bastante.

En todo caso, a pesar del cuidadoso al detalle diseño de producción, del acertado vestuario y de las luces tan bien elegidas, una película tiene que ser mucho más que eso. La trama, aunque interesante, avanza un poco a tirones, le falta mucha fluidez y la música llega a ser un poco irritante lo que una parte tan importante para una película de este tipo acaba lastrando el resultado. Las actuaciones son correctas tirando a malas, aún así, por su diseño y tu técnica, merece la pena echar un vistazo a este producto poco frecuente.

A quién le guste el cine de terror y las películas de historias cortas (entrecruzadas o no) estará encantado (como es mi caso) con esta saga.

Lo bueno de este tipo de películas es que generalmente suelen tener historias de todo tipo y de muy distinta calidad, por lo que unas historias "compensan" las otras y suele quedar un producto decente o, como mínimo, disfrutable. A veces, unas historias son cutres, poco elaboradas, mal dirigidas y sobreactuadas, pero se compensa con la curiosa historia que ofrece el relato.

David Bruckner y Scott Derrickson son directores con experiencia (con mucha) en el cine de terror y se nota en la calidad de sus historias. Aunque la primera historia (la del lago) también es algo entretenida, y el terremoto tiene algún buen momento, creo que VHS85 en el global han caído en algunos fallos importantes. Está claro que la calidad de la imagen debían adecuarla a su época, pero la han adecuado "demasiado" además de añadirle muchas cortinillas de los típicos fallos que daban las cintas VHS, hasta que resulta un poco cargante. Algunos fallos de guion en las historias para forzar el entrecuzarlas, algunas actuaciones bastante poco creíbles y el poco jugo que se le han sacado a historias potencialmente potentes como la del lago y la del terremoto. (La historia de la realidad virtual me parece un despropósito).

En todo caso, como dije al principio, en esta saga, en todas sus películas, siempre habrá algo con lo que podrás disfrutar.

Timo Tjahjanto se ha ganado cierta fama internacional gracias a su muy recomendable medio "Safe Haven". Aunque sospecho que ya había cogido cierta fama en su propio país por "Dara" y "Macabre". La segunda no tanto de mi agrado, pero se deja ver.

Sobre "May the devil take you too", que es una secuela, hay que decir que no es necesario ver la primera parte. Durante esta segunda parte, ambientada en unos 15 años más tarde, se cuenta perfectamente lo que pasó anteriormente.

Esta película gustará a los fans más acérrimos de este cine de terror muy típico de esa zona, especialmente Tailandia e Indonesia. Tiene unos cuantos de sus tópicos. En su favor diré que tiene unas cuantas escenas potentes, algunas escenas en las que se nota que están grabadas por un experto en este tipo de cine, buen montaje y buena fotografía en general, sin ser nada del otro mundo.

La historia es bastante típica de esos lares. Historias de maldiciones, traiciones, venganzas, entes malignos y algún que otro componente dramático.

En su contra podría decir que la dirección de actores es bastante chunga, al igual que la mayoría de las actuaciones que, más bien, se les podría llamar sobreactuaciones, es exagerado y te saca bastante de la película. Los efectos no están mal excepto cuando se apoyan en el CGI, queda un poco cutre y encima, en mi opinión, eran bastante innecesarios. Se me hizo un poco larga y creo que 20 minutos menos recortando algunas escenas le hubiese venido bien, aunque deja poco lugar para coger respiración. Empieza con bastante acción y se mantiene de forma digna en esta, aunque acaba siendo un poco agotador. A veces da la sensación de ser una película compuesta por escenas a las que simplemente el director-guionista buscó la forma de enlazarlas entre sí.

En resumen. A los fans del cine de terror de la zona les satisfará, especialmente a los que no han visto demasiadas. Pero que no esperen algo que recordarán durante mucho tiempo.

Y es que siempre me quedo con la sensación de qué alrededor de los cenobitas se podría tejer alguna historia mejor.

No soy un gran fan de la saga. Rescataría la primera película por perturbadora. La segunda, por sangrienta. Y la quinta, por ser entretenida, sin más.

En este caso nos encontramos con un guion que va dando algunos tumbos, con escenas y diálogos totalmente prescindibles sin nada o poco que añadir a la historia, personajes bastante planos de los que no sabemos nada excepto que la protagonista ha tenido y tiene diversas adicciones, que no está interesada en el amor romántico y que convive con una pareja homosexual (detalle importante para contentar ciertos lobbies, no así para la historia). Así es como ya sabemos que funciona el cine del otro lado del charco. Lo primero son las cuotas raciales, mostrar diversas orientaciones sexuales y mucho empoderamiento femenino, en segundo plano ya se intenta buscar una buena historia que contar. Por eso tenemos una pinhead femenina, por supuesto. Curiosamente la "diversidad" siempre va en detrimento de los mismos, no veremos un anterior personaje negro interpretado por un blanco o un antiguo papel interpretado por una mujer ahora reinterpretado por un hombre. Eso ya no sería diversidad, sería apropiación cultural y machismo, claro.

El último tramo de la película, con la aparición clara de los cenobitas, es lo que merece la pena. Los efectos y los maquillajes son muy buenos, ese halo inquietante a su alrededor está bastante logrado, aunque hecho en falta más de ellos; más diversidad de seres mutilados, más conversaciones con su filosofía y sus secretos y más formas de infligir dolor (las cadenas, aunque sean su principal instrumento, están muy vistas).

Las actuaciones son correctas, sin más, no entiendo las críticas positivas a los pinheads de la saga (especialmente a esta nueva pinhead), si solo tienen que estar serios bajo esos quilos de maquillaje, pero bueno.

En resumen, es un digno reboot que merece la pena ver por su último tramo, no porque sea de una grandísima película, si no porque la saga había decaído enormemente y esta está por encima de la baja media.