Cada película de Toy Story tiene un enemigo. En la primera es Sid, y los juguetes harán todo lo posible para alejarse de él y volver con su dueño, Andy. En la segunda es Al y el oloroso Pete y otra vez, los juguetes intentarán volver a casa. En la segunda, sin embargo, aparece un enemigo parcial...el tiempo. "Debes entender que los juguetes no son para siempre","Crees que Andy te llevará a su primera cita, o a su luna de miel?", "No impediré que Andy crezca, pero quiero verlo cuando lo haga", "Cuando eso pase tendré a mi Buzz Lightyear haciéndome companía...". Esas son líneas que nos advierten que Andy está creciendo ya en la segunda película.
(Sigo en spoiler por detalles)
spoiler:
Ahora, en la tercera entrega, los enemigos son Lotso y sus secuaces, sumados al tiempo, la vida misma.
Ya en un comienzo, cuando la mamá de Andy lo filma jugando, y de fondo se empieza a escuchar "Hay un amigo en mí", ya nos emocionamos porque sabemos lo que va a pasar. Y no sólo por eso, sino también porque recordamos las anteriores películas.
La película es, además, una gran mezcla de emociones: Nostalgia, risa, emoción, llantos, adrenalina.
La banda sonora es espectacular, y eso se nota desde que aparecen los títulos del comienzo y el tren con música de la segunda película.
Ni hablar del plan de escape que, perfectamente ingenioso, hace correr la sangre por las venas de cualquiera que se haya encariñado con los juguetes.
La escena del basurero nos muestra cómo los juguetes están juntos hasta el final y su salvación es genial. Los marcianitos le devuelven el favor a cara de papa, "Nos han salvado estamos agradecidos".
Una de las escenas más tristes es cuando, luego de que los juguetes hayan vuelto con Andy como si nada hubiera pasado al igual que en entregas anteriores, su madre se da cuenta de que creció, que desearía poder estar siempre con él. Ahí es cuando Woody nota que Andy ya tiene su lugar entre los humanos, y que él debería estar con sus amigos, con el resto de los juguetes.
Tiempo después nos enteramos que Woody había pasado de la caja de la universidad a la caja donde estaban todos sus juguetes. Esto puede relacionarse con la segunda película, donde Woody se da cuenta que los juguetes no están hechos para quedarse quietos en una repisa, sino para que jueguen con ellos.
Al final los juguetes logran su cometido: que Andy juegue con ellos por última vez.
Y así, Andy se despide. Sabemos que jamás volverá a ver a Woody ni a ninguno de sus juguetes, y que sólo serán un hermoso recuerdo de su infancia, y también de la nuestra.
Finalmente, para sacarnos el sabor triste, nos muestran cómo cambió Sunnyside, lo felices que son los juguetes en la casa de Bonnie y la saga cierra con una nueva versión de la canción con la que comenzó todo: "Hay un amigo en mí"
Lo malo es que es la última película, sabemos que ya no veremos más grandes aventuras (digo grandes porque quedan los cortos) de nuestros juguetes preferidos, y si las vemos no van a ser nunca mejores que las que ya conocemos.
Para cerrar digo que el único punto en contra que puedo llegar a resaltar es que Andy done sus juguetes a una niña que apareció de la nada recién en esta película. Quizás pueda acostumbrarme a ella sabiendo que juega con los juguetes exactamente como Andy lo hacía...