Durante el año pasado, mucho fue el fenómeno fan que no paraba de dar eco de las noticias, diverso material mediático, trailers, promos y rumores sobre la tercera entrega de la saga de Christopher Nolan sobre Batman, El Caballero Oscuro: La Leyenda Renace. Sin embargo, muchas son las opciones de saciarse antes de semejante estreno. Y muchos lo hicieron visionando el cortometraje Puppet Master.

Un argumento simple, pero a la par complicado para tratarlo en un cortometraje. Sin embargo, he aquí una obra digna de haber sido firmada por el mismísimo Nolan. La fotografía, la ambientación, las interpretaciones, y los grandes parecidos físicos con sus personajes homónimos del comic hacen de esta pieza algo digno de ser revisado por todo seguidor del señor de la noche.

Sin embargo, algún que otro defecto puede hallarse, pues nadie es perfecto si no cuenta con los mega-presupuestos que ofrecen las grandes productoras. Entre ellos cabe destacar una acercada coreografía de luchas, pero sin llegar a ser adecuada completamente, o un intercambio de diálogos entre personajes algo lento. Aún así, no deja de ser algo a la altura de Hollywood.

Dirigida por Bryan Nest, e interpretada por Michael Connolly, Will Daniels y Frank Birney, Puppet Master es algo distinto para ver cuando quedas saciado de la filmografía oficial de Batman, sus comics, y sus videojuegos.

Lo mejor: La ambientación tan real y los grandes parecidos a los personajes.

Lo peor: Su falta de coreografía en las luchas y que no de para más.

Nota: **** (sobre 5)

Teniendo hoy en día tantas y tantas series donde poner nuestra mirada cada noche de la semana (o incluso dos en la misma noche), uno se para a pensar en todo lo que ha quedado atrás. Cierto es que antes no se hacían tal cantidad de series, y que la mayoría no contaban con tanto presupuesto o material innovador y técnico como para ofrecer lo que nos ofrecen las actuales. Sin embargo, algunas de ellas dejaron huella de forma permanente en algunos teleespectadores. Os quiero hablar de Embrujadas (Charmed, en la versión original).

Todo empieza con un sencillo argumento. Las tres hermanas Halliwell descubren que son descendientes de un largo linaje de brujas. Cada una de ellas posee una habilidad especial (mover objetos con la mente, congelar el tiempo y ver el futuro), que cuando los combinan consiguen el "Poder de las 3", con el que combaten demonios, hechizeros, y toda clase de seres malvados del mundo subterráneo, terrenal y espiritual.

Llevadas a la pantalla de manos de las productoras Paramount, Northshore, Viacom y Spelling, esta serie vivió en la caja tonta desde 1998 hasta 2006, con un total de 8 temporadas y 178 episodios emitidos de una duración cada uno de unos 40 minutos aprox. Estrenada en USA el 7 de Octubre del 98, tardó en llegar a nuestro pais casi 3 años, en un día veraniego del 8 de Julio del 2001. Fue creada for Constance M. Burge, quien ha sido guionista de otras series como Royal Pains, Savannah o Ally McBeal. ¿Y qué ha sido, o que más ha hecho famoso al elenco de esta serie? Podemos dar un repaso rápido por los principales actores de la serie.

Holly Marie Combs (Piper), no ha dejado de actuar para la televisión. Lleva 4 años ya con la serie Pequeñas Mentirosas, además de haber participado en otras como Picket Fences, o películas como Dr. Giggles o Nacido el 4 de Julio.

Alyssa Milano (Phoebe) es quizá la que más haya despuntado del elenco principal. Antes de Embrujadas ya había participado en proyectos como la serie ¿Quien es el jefe?, las películas Double Dragon, El Abrazo del Vampiro, o las últimas temporadas de Melrose Place. Después de eso, ha seguido pegada a la televisión, como en el remake americano Infieles, Me Llamo Earl o en un papel secundario eventual de Castle, o haciendo destacadas aportaciones al mundo del doblaje (Aimee Brenner en los videojeuegos o películas de DC en animación) o en cine con Noche de Fin de Año.

Shannen Doherty (Prue) se cosechó un gran éxito antes de la serie, con su papel de Brenda Walsh en Beverly Hills 90210 como el más destacado, además de su participación en proyectos de Kevin Smith como Mallrats y Jay y Bob el Silencioso Contraatacan. Tras Embrujadas, ha seguido haciendo telefilmes y series puntuales, contando con el remake de Beverly Hills como el más destacado de todos.

Rose McGowan (Paige) era poco conocida antes de la serie, salvo por sus apariciones en Scream y Monkeybone entre otras. Sin embargo, la magia le dió el empujón a la fama, llevándola a trabajar en cintas como Elvis, La Dalía Negra, la doble cinta Grindhouse de Tarantino y Rodriguez o el remake de Conan el Bárbaro.

En resumen, si no han tenido éxito antes o después de la serie, está claro que Embrujadas les ha facilitado situarse con un nombre en mayúsculas dentro de la historia de la ficción televisiva. Del mismo modo, podemos contar a innumerables actores y actrices que han pasado más o menos tiempo por la serie: Brian Krause (Regreso al lago azul); Dorian Gregory (Baywatch Nights); Julian McMahon (Nip/Tuck y Los 4 Fantásticos); Billy Zane (Titanic); o Kaley Cuoco (The Big Bang Theory).

También ha hecho algo más famosos a Love Spit Love, si se puede llamar así a hacer un cover de un tema de Morrisey y The Smiths, How Soon Is Now. Pero en fin, de cualquier río potable hay que beber.

Para finalizar, destacar que, a pesar de tener sus momentos de "esto ya lo he vivido", o de comernos su última temporada como el postre que hay que comer por obligación, esta es una serie de buena calidad, con muy buenos momentos de acción, romance, drama, y nostalgia, y donde la magia es solo una más de las protagonistas. Si no la habéis visto aún, espero que lo hagáis tarde o temprano. No tiene desperdicio.

Si bien cuando nos cruzamos con dos leyendas del cine solemos esperar que nos depare ante nuestros ojos algo magnífico del estilo de una fusión entre Desafío Total y La Jungla de Cristal (que quieren que les diga, puede que un día suceda), no es siempre cuento habitual de ese género cuando se cruzan los caminos de dos titanes del cine.

Por si aún no se habían dado cuenta tras leer el título del film que trato hoy, les hablo de Morgan Freeman y Jack Nicholson. En pleno auge y cima de su carrera, protagonizaron bajo la tutela de Rob Reiner una comedia donde la crítica a la muerte va más allá que un juego de lágrimas.

Y ello es comentado debido a que la muerte no es algo que tomarse con tristeza. Según el personaje de Freeman “una vez se hizo una encuesta para saber si la gente desearía saber cuando le tocaría morir. Un 96% dijo que no, pero yo pertenecía al otro 4%. Pero me equivoqué”. Sí, será triste y todo lo que ustedes piensen, pero estos dos titanes consiguen que durante el resto del metraje, nos sintamos más vivos que nunca a su lado, haciendo travesuras y viviendo experiencias inimaginables a lo largo y ancho de este mundo.

Un guión basado en los diálogos de a dos, las partidas de cartas, los deseos de una lista, y las preguntas del Jeopardy!. Todo ello enlaza muy bien, como si de una alfombra persa bien cosida se tratase. Con elegancia, con énfasis, con ironía, y con sátira. Podemos encontrar al presidente negro Lucius Fox que jugaba a ser Dios viajando al lado de un egocéntrico Joker que atemorizaba a través de puertas rotas voceando “Aquí está Jack”. Pero esto no es un duelo de interpretaciones emulando los grandes personajes que han interpretado estos actores, son unas pequeñas vacaciones para ellos, para los que les rodean, y para el público.

El film, evitando el tema tabú de la muerte, nos permite disfrutar de un buen encuentro, como cuando se juntan a jugar a las cartas una tarde de domingo con sus amigos, o cuando cogen la mano de la persona que quieren. Vamos, que reflejan esos pequeños detalles sin importancia de la vida que pueden escapar a nuestra comprensión y que no nos damos cuenta de lo importantes e irremplazables que pueden llegar a ser.

Dirección sublime, interpretaciones espectaculares, y un guión muy agudo. Quizá falle algo la banda sonora por destacar poco, pero tampoco le haria falta. Incluso algún pequeño detalle en el doblaje, por ejemplo. Cosas así las dejo a su elección una vez le realicen un visionado. Pero señores, no se preocupen, nadie es perfecto.

Solo recordar, no olviden hacer su lista. Ya me entienden de qué tipo debería ser.


Lo mejor: los diálogos, desde los divertidos hasta los dramáticos

Lo peor: falta de presencia de la banda sonora, y de un actor tan carismático como Sean Hayes, que podría haber dado más de sí.

Cuando uno va a un menú de restaurante y lee lo que hay, siempre suele haber algo que llama la atención sobre otras cosas. En mi caso fueron varios platos: una serie de acción con toques políticos de la Casa Blanca, una especie de Jason Bourne a las órdenes del gobierno, y una Sharon Stone de vuelta a la pantalla con algo que promete.

Te sientas a la mesa, ves el capítulo piloto (entrante) y te gusta. Te deja con ganas de más. Sabes que no es un plato gourmet, pero para pasar una buena velada, que menos se puede pedir. Llega el plato principal, una trama que capítulo a capítulo va perdiendo fuerza, gancho y estilo, tanto que parece que ni el propio equipo parece que se lo tome en serio. Y por último, el postre, el final de temporada. Ya parecía que todos sabían que no les iban a renovar por otra temporada, y se lo tomaron como un juguete de feria.

¿En serio? Sabemos que no es una gran serie, que no tenía que durar mucho, pero si dais en el episodio piloto un buen hilo argumental, o buenos recursos para entretener mínimamente a la audiencia, por favor, no cuesta nada mantener el ritmo hasta el final.

Conclusión, una serie que empezaba bien y fue desinflándose cual globo en un parque de atracciones. Merece la pena verla, aunque sea el piloto, pero estais avisados, nada de ilusiones.