Ubicar nuestra vista hacia los orígenes del cine siempre es gratificante para encontrar esas obras maestras que permanecen intactas. Éste es el caso de una obra llena de vitalidad y libertad creativa, abordada por un genio de la comedia como lo fue Buster Keaton. Son esos casos donde se topa con personas con una vocación extraordinaria para trabajar con el celuloide.
El comediante escribió y dirigió, junto con Clyde Bruckman, además de ser el protagonista de la historia. En ella se ve a un maquinista que intenta, sin frutos, enlistarse en el ejército, debido a la Guerra de Secesión. Mientras conduce su locomotora para los del Sur, los del norte planean robar el tren con su amada abordo, lo que desatará una variedad de situaciones hilarantes.
Se percibe en esta obra un dominio perfecto por parte de su autor, Buster Keaton, al tener una ejecución brillante. Esto se logra tanto por la comedia como por la acción, una vez que suceden las desventuras a bordo de los trenes; un ejemplo de intensidad sin desentonar en ningún momento.
A nivel técnico es de suma calidad, con precisión en cada toma que desarrollan a lo largo del filme. Al final, se obtiene una cantidad amplia de escenas memorables, como la caída del tren. Entre otros aspectos, se debe destacar la excelente musicalización que posee.
El cine mudo siempre será una bella escuela para aprender lo más primordial del mundo cinematográfico; por consiguiente, encontrar esas joyas es una experiencia que se vuelve inolvidable. ‘La maquinista de La General’ es película para seguir viendo en cualquier momento.

Calificación: 10 (Gran película)

Es conocida ya en la historia la revolución rusa, tanto su causa y lo que desencadenó como lo que se produjo con el paso de los años para la nación y otros países. A partir de este contexto histórico surge este relato que toma ciertas libertades para recrear de una forma impactante y hasta poética los acontecimientos abordo del navío. Ante esto es necesario que el expectador viaje a 1925 para sumirse en la época donde se gesta la obra y entender el valor histórico y cinematográfico que ésta posee.
La película sirve como propaganda de los acontecimientos recientes en su país de origen, pero esto no es motivo de restarle valor ya que se denuncian los actos inhumanos de los oficiales al mando y cómo el hombre común se levanta para hacer valer sus derechos y vida ante el conflicto. La forma en que Eisenstein transmite esto es magistral por su creatividad en cada uno de los cinco fragmentos, mostrando una gran variedad de planos y travelings de una narración poco convencional para la fecha.
Alejándose un poco de su historia obtenemos el máximo logro del film: su montaje. Con una suma amplia de recortes en escenas claves, el ruso da forma precisa y a gusto durante todo el metraje, proporcionando una riqueza absoluta en su lenguaje cinematográfico. Allí se acentúa sentimientos y problemas, da un sentido épico a las imágenes y secuencias, para que al final logre un modelo narrativo del cuál marcara un antes y después en la cinematografía.
También destacar la presencia de su música, los personajes interpretados por personas comunes sin estudios de actuación y las escenas memorables (la inscripción en el plato, el motín en el Potemkin, la escalatina de Odesa y el encuentro con el escuadrón). Ésta es una película histórica que hizo historia. Un legado asombroso que sirvió de base a muchas películas (para no decir que todas) y que simplemente no se puede dejar desapercibida.
Calificación: 10 (Obra maestra).

Llevar al cine la historia de los gánsters americanos ya es algo consagrado y pareciera que no hay mucho por decir. Sin embargo, cuando se obtiene una historia sólida, y un director con astucia, su atractivo se vuelve más grande. Así se aprecia la historia del hombre que busca su propio éxito a costa del crimen a conveniencia y la corrupción.
La trama en cuestión se centra en Jimmy “Whitey” Bulger (Johnny Depp), mafioso irlandés que representa la piedra de tropiezo para los Angiulo, criminales italo-americanos. John Connolly (Joel Edgerton), agente del FBI y otrora compañero de barrio de Jimmy, le propone a éste aliarse de forma incógnita para atrapar el cuartel de la mafia Angiulo.
La mano del director es lo que maneja toda la película en un incremento de su ritmo conforme va avanzando. Es como una receta, ya estipulada por clásicos como “El Padrino”, de la cual se sirve para interpretar este nuevo dilema gansteril. Ese ritmo trepidante, sumado a una mezcla perfecta de fotografía, musicalización y actuaciones acertadas, destacando tanto Depp como Edgerton, es lo que fortalece hasta llegar a escenas de alta tensión hacia su final.
Whitey Bulger es el reflejo del tipo que logra amasar su fortuna a costa de eliminar a todo aquel que se interponga, pero su amigo cae en la misma bolsa al trabajar con él por debajo de la mesa. Aunado a esto, se encuentran personajes marcados por el miedo, el silencio, la mentira y la falsa verdad, y el hundimiento de áreas personales, laborales y familiares.
El factor incriminatorio, tal vez sea lo único que debilita el guion en su totalidad, ya que se ha recorrido tanto tiempo en el argumento que el corte final le delega pocos minutos en las conclusiones; sin embargo, la fuerza con la que se lleva a cabo es suficiente para mantenerla. Es ahí donde se conoce la vergüenza y la falsa vida que rodea el crimen organizado.
Calificación: 9 (Excelente)