Al principio se nos presenta una historia que tiene, aparentemente, poco interes: el juicio por un supuesto intento de robo de la sede del partido democráta en el edificio Watergate. Lo que no cuadra es que haya diferentes abogados de renombre defendiendo a los acusados.
A partir de ahí, los periodistas del Washington Post, Carl Bernstein (Dustin Hoffman) y Bob Woodward (Robert Redford) empiezan a investigar el asunto y a medida que van entrevistando a gente que esta metida en el caso, se van dando cuenta de que diferentes personas relacionadas directamente con el Presidente están metidas de lleno en el asunto hasta el punto de estar involucradas en un caso de espionaje que no sólo pondra en jaque a la Casa Blanca, sino al periódico dadas las informaciones que van publicando.
Lo mejor: historia muy realista, en donde se nos muestra como la cúpula del poder pueden llegar a ahcer lo que sea con tal de que los ciudadanos desconozcan unas verdades muy oscuras.
Lo peor: en algunos momentos puede parecer un poco lenta. Se hecha en falta que, ya que la película comienza con el mensaje de investidura de Nixón, concluya con la imagen de él tras su dimisión.