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Aventuras. Acción. Drama
Espartaco era un esclavo tracio que fue vendido como gladiador a Léntulo Batiato. En Italia promovió y dirigió la rebelión de los esclavos (73-71 a.C.) contra la República romana. A medida que recorrían el país, innumerables esclavos se iban sumando a la rebelión. Espartaco intentará llegar con su ejército al sur de Italia para poner rumbo a sus hogares. (FILMAFFINITY)
18 de febrero de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película de un mestro del cine comoi Kubrick, en la que podemos ver figuras de primer orden del cine (Douglas, Cirtis, Olivier y un largo etcetera) donde se nos presenta la historia real de Espartaco, el cual junto a un grupo numéroso de esclavos como él, se dispone a luchar por su libertad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
El grupo de esclavos se escapa, tras un motín iniciado por el propio Espartaco (Kirk Douglas), de una escuela de gladiadores dirigida por Léntulo Batiato (Peter Ustinov). A partir de ahí inician una lucha contra la República de Roma. frente a ellos se encuentra Marco Licinio Craso (Laurence Olivier), el cual sugiere que sea la guarnición romana de Glabro la que acabe con los esclavos, lo que el Senado acepta. Pero éste es derrotado de forma inapelable por los esclavos.
Espartaco y su ejercito de esclavos es derrotado por Craso, apresando a Varinia (Jean Simmons), mujer de Espartaco, y su hijo.
A destacar la escena en que Craso en un intento de seducir a Antonino usa la analogía de "comer ostras" y "comer caracoles" para expresar su opinión de que las preferencias sexuales son más cuestión de gustos que de moralidad. Dicha escena no fue añadida hasta un tiempo después debido a la censura.
Especialmente emotiva es la escena en la que Craso pregunta a un grupo de esclavos (entre los que se encuentra Espartaco) quién es Espartaco y cuando éste se va a levantar, todos y cada uno de sus seguidores se levantan gritando ante las huestes romanas: "Yo soy Espartaco". Todos y cada uno de los esclavos son crucificados y tras una lucha a muerte entre Antonino (Tony Curtis) y Espartaco para diversión de los romanos, éste mata a Antonino, antiguo esclavo de Craso, y es crucificado. Finalmente Varinia es libertada por Léntulo Batiato con su hijo, obteniendo una definitiva libertad. Gran escena final en la que Varinia se despide de Espartaco tristemente crucificado.
Lo mejor: película que refleja la lucha del hombre frente a la esclavitud y en favor de su libertad. A veces vale la pena luchar por tu libertad, aunque se corra el riesgo de morir, en lugar de vivir arrodillado frente a un señor o un Imperio, en este caso el de la República de Roma.
Lo peor: nada.
Espartaco y su ejercito de esclavos es derrotado por Craso, apresando a Varinia (Jean Simmons), mujer de Espartaco, y su hijo.
A destacar la escena en que Craso en un intento de seducir a Antonino usa la analogía de "comer ostras" y "comer caracoles" para expresar su opinión de que las preferencias sexuales son más cuestión de gustos que de moralidad. Dicha escena no fue añadida hasta un tiempo después debido a la censura.
Especialmente emotiva es la escena en la que Craso pregunta a un grupo de esclavos (entre los que se encuentra Espartaco) quién es Espartaco y cuando éste se va a levantar, todos y cada uno de sus seguidores se levantan gritando ante las huestes romanas: "Yo soy Espartaco". Todos y cada uno de los esclavos son crucificados y tras una lucha a muerte entre Antonino (Tony Curtis) y Espartaco para diversión de los romanos, éste mata a Antonino, antiguo esclavo de Craso, y es crucificado. Finalmente Varinia es libertada por Léntulo Batiato con su hijo, obteniendo una definitiva libertad. Gran escena final en la que Varinia se despide de Espartaco tristemente crucificado.
Lo mejor: película que refleja la lucha del hombre frente a la esclavitud y en favor de su libertad. A veces vale la pena luchar por tu libertad, aunque se corra el riesgo de morir, en lugar de vivir arrodillado frente a un señor o un Imperio, en este caso el de la República de Roma.
Lo peor: nada.