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Voto de Chagolate con churros:
7
Bélico. Drama Tras ser derrotados por los rusos, Kaji y los pocos hombres de su unidad que han sobrevivido emprenden una larga marcha en un intento desesperado de llegar a territorio amigo. Tras sortear no pocas dificultades, Kaji se ve obligado a rendirse y es enviado a un campo de prisioneros en Siberia. (FILMAFFINITY)
6 de octubre de 2008
18 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Kobayashi pone punto y final a las peripecias de Kaji por las estepas de Manchuria una vez la guerra ha terminado y muchos combatientes se encuentran en tierra enemiga. Con la derrota del ejército Kaji camina con el objetivo de llegar a los brazos de su esposa. Pero la derrota no es sólo militar, es también física y mental. Kaji se ha convertido en un soldado desconocido. Desde su comienzo, Kaji afirma “soy un asesino” y Kobayashi aprovechará la culpa y la dualidad de sentimientos del protagonista para que el regreso a su patria se convierta en un doble camino: el físico y el moral.

Su inicio es quizá lo mejor de esta tercera parte: los soldados perdidos por el bosque en compañía de prostitutas y campesinos. Aquí es donde empezamos a vislumbrar ese cambio en la moralidad de Kaji. Lo malo es que ya sabiendo del cambio, la cinta no es más que un acopio de escenas de gran poder visual pero de poca función en el desarrollo del guión. Es decir, todo se alarga en exceso. Es la tercera parte la menos acertada de las tres.

Al final, sólo el recuerdo de Michiko (la mujer de Kaji) lo mantiene en pie, mientras que el resto del mundo y el resto de sus ideas, desaparecen con el horror de la guerra. A pesar de ser uno de los mejores reflejos del cine antibélico, Kobayashi perdió la oportunidad de haber construido el grito de protesta perfecto.
Chagolate con churros
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