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España España · Madrid, Jaca
Voto de jaly:
7
Intriga Un joven llamado Todd Bowden (Brad Renfro) descubre que un anciano del vecindario (Ian McKellen) es un antiguo miembro de las S.S. El tenebroso asunto no hace sino excitar la curiosidad del muchacho, que se deja seducir por los terribles relatos de su nuevo "amigo"... (FILMAFFINITY)
10 de enero de 2009
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la inmensa cantidad de películas sobre el Holocausto que el cine, norteamericano en su mayoría, ha producido, Verano de Corrupción tal vez sea de las más psicológicas y menos morbosas que hay.

Partiendo de una novela de Stephen King (¡!), un Bryan Singer antes de verse absorbido por la ola de superhéroes que ha avasallado la última década, crea un intenso thriller de interiores que se basa en la tensión establecida entre dos protagonistas obsesionados por sus propias ambiciones y temores, que basan sus réplicas en lo que no se llega a decir y en las acciones que ejecutan.

Es tal vez un guión algo deslavazado en el desarrollo de los acontecimientos y personajes el punto flaco de la cinta, que trata de apoyarse en una dirección que crea una tensión constante y realista en la contraposición de los dos tipos de maldad de los personajes, que mucho tiene que ver con la extorsión mutua y la tensión incluso sexual (seguro, viniendo de Singer) que se repite desde la primera toma.

El acierto de Singer a la hora de mostrar la forma en que la difícil relación entre ambos se va deteriorando, así como la estabilidad de cada ser hace de la cinta una experiencia recomendable, que se conserva en la memoria gracias desde luego al ajustado duelo interpretativo entre sus dos espléndidos actores, que aportan las justas dosis de locura, ambigüedad, maldad y humanidad a sus personajes. McKellen compone un personaje similar al de su interpretación cumbre, Dioses Y Moustros en lo referente a que ambos viven obsesionados y marcados por sus fantasmas del pasado, aunque si en el caso de aquella esos fantasmas eran el amor (por la vida, el cine, la belleza), en este es por el odio y el deseo de destrucción. Brad Renfo confirma su talento robado a hollywood por la típica historia de vicios y adicciones, ya que tras demostrar su talento en El cliente o Sleepers compone un personaje profundamente amoral y sutil en su relación con ese objeto de afección que encarna McKellen.
jaly
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