Interesante tercera parte, probablemente la mejor de las secuelas de un mito devaluado precisamente por la mediocridad general de estas, debido a algo tan simple como que se limita a contar una historia sin ser únicamente pornografía hemoglobínica.
En este caso un grupo de jóvenes aterrados por la parición de Freddy Kruger en sus sueños, se encuentran recluidos en una clínica que trata de mantenerlos a salvo con varias terapias del sueño. La llegada de la primera superviviente de Freddy, ahora psicóloga, hará que traten de enfrentarse a su amenaza. Así la película se acerca de forma interesante a la psicología del miedo y crea una atmósfera opresiva y algo de tensión en su metraje, que no obstante se va perdiendo hacia la parte final, en parte por clichés del guión en personajes y situaciones, pero tampoco vamos a pedirle peras al olmo…