He de reconocer que hasta el día de hoy no había hecho incursión en el cine surcoreano. A pesar de haber oído múltiples cosas buenas de lo que se viene haciendo en el país asiático en cuanto a cine, todavía no lo había comprobado por mí mismo. Hace poco "Castaway on the Moon" apareció en lo más alto de la lista de Recomendaciones de mis Almas gemelas de FA (gran sistema, por cierto) y decidí darle una oportunidad. No sabéis cuánto me alegro de haberlo hecho.

"Castaway on the Moon" es una película atípica, original, lejos de los estándares habituales en producciones occidentales, a años luz de los patrones estereotipados que son comunes hoy en día en el cine. Es complicado que una película sorprenda y ésta lo hace. Encasillarla en un género sería una tarea inútil, ya que tiene tintes de comedia, drama, aventuras, romance... un popurrí que a priori puede parecer excesivamente heterogéneo, pero que el director Lee Hey-jun consigue hacer funcionar con la precisión de un reloj suizo.

Una de sus señas de identidad, en un sentido positivo, es la simpleza. Pero no una simpleza superficial, sino una simpleza que esconde una increíble profundidad. Toda la historia, todo el guión se construye a través de dos personajes principales. Eventualmente aparece algún que otro secundario, pero no tienen relevancia real alguna y se limitan a cumplir su papel como vehículo de la trama en escenas sueltas. Como digo, el peso narrativo recae completamente en ambos protagonistas y los escenarios también se pueden considerar fijos, por lo que conseguir algo de esta calidad con esas características es muy meritorio. Uno se da cuenta de la peculiar naturaleza de "Castaway on the Moon" teniendo esto en cuenta y añadiendo el hecho de que en proporción a las dos horas que dura la cinta, la cantidad de diálogos es prácticamente nula. De hecho se reduce más bien a monólogos o "conversación escrita" (por decirlo de alguna forma y sin entrar en más detalles para evitar spoilers) cuando se da el caso.

Para conseguir esto tienen mucho que ver los actores que encarnan a ambos Kim, el Kim hombre y la Kim mujer. El trabajo de ambos es increíble y la capacidad de transmitir emociones que consiguen es verdaderamente destacable. Todo ello sin necesitar palabras, en "soledad", lo cual aumenta el valor de sus actuaciones a un nivel aún más alto. No hay que olvidar la gran labor del director detrás de las cámaras, ya que la fotografía y el montaje son claves también en la gran calidad del conjunto. La BSO, sin llegar a ser perfecta, creo que casa muy bien con el estilo y mensaje general, con melodías interesantes.