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México México · Ciudad de México
Voto de Patricio Escartín:
7
Ciencia ficción. Fantástico Seis valientes astronautas viajan en una cápsula espacial de la Tierra a la Luna. La primera película de ciencia-ficción de la historia fue obra de la imaginación del director francés y mago Georges Méliès (1861-1938), que se inspiró en las obras "From the Earth to the Moon" (1865) de Julio Verne y "First Men in the Moon" (1901) de H. G. Wells. Se trata de un cortometraje de 14 minutos de duración realizado con el astronómico ... [+]
22 de enero de 2022
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Viaje a la luna (1902) es una película mágica, que en ningún momento tiene la aspiración de emular la realidad (al puro estilo de los hermanos Lumière) sino más bien, de darle al cine la posibilidad de crear la ficción.

Hay ciertos aspectos que deben ser considerados a la hora de ver la película, aspectos con los cuales es posible darse cuenta de que la forma mélièninana es todo menos "atrasada", es más cercana a una manera autoral de concebir el cine, que a una escuela. Los siguientes aspectos de análisis no son de mi propio mérito, sino de mi profesor de Historia del Cine Mundial el crítico Jorge Ayala Blanco, con algunas cuantas anotaciones mías. De todas maneras, recomiendo leerlos para darse cuenta de los elementos que componen el cine de este mago a través de Viaje a la luna:

- Visión de totalidad: todo está contemplado en un solo plano (el plano general), donde además no va a haber modificación de la escala y va a ser fijo. Además, los personajes entrarán y saldrán de plano como si se tratase de una escena teatral.

- Convención teatral: hay una convención teatral en la puesta en escena; al fondo la escenografía y al frente los actores. Es una visión totalmente frontal, sin ningún tipo de angulación. El punto de vista es la de un espectador teatral consciente de que lo que está viendo es una escena, y con la misma, todos los elementos están subordinados a la convención de la ficción.

- Plano sintético: hay una idea de contener la mayor información en un solo plano, y por ello hay una acción ya realizándose (como cuando los científicos llegan al taller y los herreros están trabajando, o cuando llegan a la Luna y hay extraterrestres).

- Ritmo en la coreografía: los personajes caminan con un ritmo y coordinación determinados, más parecido a una caricatura que a una manera naturalista de andar.

- Impresión de irrealidad: mediante al vestuario y la no-actuación, Méliés buscaba la impresión de la fantasía, de la irrealidad, que supiéramos que estábamos viendo una ficción. Por lo mismo el uso de vestuarios y decorados fantásticos. Lo que va a dominar es la fantasía y de ninguna manera la ciencia. Méliès buscaba que el público aceptara la fantasía dentro de la fantasía, como el alunizaje donde la luna tiene rostro y chorrea un tipo de melaza cuando llega el cohete.

- Uso de disolvencias: las disolvencias eran parte de los efectos ópticos que Méliès utilizaba en el montaje, de hecho era su predilecto.

- Telones activos: Méliès utilzaba telones pintados pero para nada eran telones estáticos, sino que incorporaba movimiento en sus foundground, como cuando se ve como sale humo de las chimeneas.

- Escenario que rodea la acción: la escenografía rodea la acción; como las nubes que rodean la luna o los peñascos que rodean el alunizaje.

- Efectos visuales: En Viaje a la luna vemos el implemento de efectos visuales como cuando llega el cohete a la luna y se utiliza una disolvencia para darle rostro a la luna.

- Repetición de un instante: tanto en Viaje a la luna (1902) como en La conquista del polo (1912), existe una dicotomía entre lo simultáneo y lo sucesivo, es decir, un principio de no-matching, donde se repiten los sucesos y donde se representa la simultaneidad. Este desfase es característico de Méliès.

- Dilatación temporal: en sus películas, no corresponde el tiempo de la historia (el tiempo diegético), como el tiempo extra diegético. Hay una dilatación temporal, como cuando los sabios se quedan dormidos en la luna y en dos minutos de plano, transcurren ocho horas.

- Síntesis espacio-temporal: Además de la dilatación del tiempo, hay una relativización geográfica, donde en un corte nos trasladamos de un lugar a otro, característica que es totalmente cinematográfica.

En resumen, todos las características en la puesta en cámara, puesta en escena, montaje y guion están diseñadas para lo que Méliès buscaba en su cine: transportarnos a mundos imaginarios. Podría parecer ingenua esta visión del cine, pero la visión frontal y teatral de su realizador se encuentra todavía vigente, y hay realizadores como Wes Anderson que emulan esta creación de la realidad. Méliès no era ningún ingenuo; diseñó minuciosamente su propuesta que lo definió como cineasta, buscando siempre la fantasía, antes de la realidad, y esta auto-conciencia del cineasta sobre su quehacer como artista me parece más que atinado porque ¿realmente el cine puede imitar la realidad? O mejor dicho, ¿debe el cine imitar la realidad? Para Méliès no, y estructuró todo su postulado sobre este principio que lo distinguió como el Padre de los efectos especiales.
Patricio Escartín
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