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España España · Madrid
Voto de Manuel:
9
Drama. Comedia Bob Harris, un actor norteamericano en decadencia, acepta una oferta para hacer un anuncio de whisky japonés en Tokio. Está atravesando una aguda crisis y pasa gran parte del tiempo libre en el bar del hotel. Y, precisamente allí, conoce a Charlotte, una joven casada con un fotógrafo que ha ido a Tokio a hacer un reportaje; pero mientras él trabaja, su mujer se aburre mortalmente. Además del aturdimiento que les producen las imágenes y ... [+]
9 de septiembre de 2016
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
No veo películas románticas. Les tengo miedo. Sin embargo, esta no es una película romántica convencional.
Sofia Coppola trata con una maestría poco común las relaciones. Bob y Charlotte oscilan entre la amistad y el amor, sin que en ellos importe la edad, solo porque se entienden, se entienden sin mediar palabra. La capacidad de decirlo todo sin pronunciar una sola palabra, la capacidad de intuir sin la necesidad de escuchar. Y esto también se aplica a nosotros, los espectadores, como intuimos, sabemos, qué se dicen en esa última escena aunque la directora decidiera (una decisión que no puedo sino aplaudir) que no debíamos escucharlas.
Creo que, en su larga historia, el ser humano nunca se había sentido tan solo como se siente en el mundo moderno. Es paradójico, con 7000 millones de habitantes en la Tierra estamos rodeados permanentemente de gente y, sin embargo, la sensación de soledad es inconmensurable. Qué mejor lugar que Tokio (la ciudad más poblada del mundo) para contar una historia sobre la soledad, la insatisfacción y el vacío existencial. Acompañamos (somos) a dos personajes, uno ya mayor, del que se puede decir que ha triunfado en la vida, y que sin embargo, transmite una melancolía tan grande que solo podemos encontrar en alguien que pese a su experiencia, no sabe que hacer con su vida, que se encuentra completamente perdido. El otro personaje, es una chica joven, que también se encuentra perdida, pero de otra manera. Está en un momento de la juventud en la no sabes qué va a ser de ti, qué vas a hacer en este mundo que sea especial, quien va a llenar el vacío que sientes en ti mismo. Puede que esta película me haya gustado tanto porque me siento igual. Da igual la edad o el dinero, todos somos capaces de sentirnos perdidos, hayamos triunfado o no tengamos nada aún, todo el mundo necesita encontrar a alguien con quien compartir su soledad y llenar mutuamente sus vacíos.
Una película preciosa, íntima, que se toma su tiempo en presentar unos personajes perfectamente definidos, y que, pese a estar tomada en una de las ciudades más ajetreadas del mundo, tiene ocasiones para detenerse, para mostrar los aspectos más serenos de la sociedad tradicional japonesa, aprovechándolos para, mediante mensajes sutiles, seguir construyendo su historia.
Destaco especialmente el trabajo de los actores. Madre mía, para esto sirve la dirección de actores. Bill Murray y Scarlett Johannson te lo dicen todo con una mirada, con un gesto, con una caricia en un pie, con una sonrisa. Esta clase de sutilezas son las que convierten a esta película en grande.
Manuel
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