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Voto de Amor Perro:
7
6,7
74.486
Ciencia ficción. Aventuras. Acción
Precuela del ya mítico largometraje "El planeta de los simios". Will Rodman (James Franco) es un joven científico que está investigando con monos para obtener un tratamiento contra el alzheimer, una enfermedad que afecta a su padre (John Lithgow). Uno de esos primates, César, un chimpancé recién nacido al que Will se llevó a casa para protegerlo, experimenta una evolución en su inteligencia verdaderamente sorprendente. En el estudio del ... [+]
5 de agosto de 2011
12 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando me enteré de este proyecto torcí el gesto: me sonaba a operación comercial para aprovecharse de una saga aparecida muchas décadas atrás y quizá, en el peor de los casos, traicionar su memoria.
Cuando se empezó a saber más de ella, al conocer que era una precuela de la primera de aquellas películas (la única realmente buena, ya que en esa pentalogía las había también mediocres o nomalitas, aunque posean en conjunto hoy en día un gran encanto) pensé que me apetecía mucho conocer por qué aquella nave que regresaba de tan larguísimo viaje espacial se encontraba con un mundo arrasado, y con humanos estúpidos y esclavizados por una civilización de simios con inteligencia humana.
Pues bien, vista ahora en su estreno, se puede uno quitar de encima todos los prejuicios previos y admitir que pese a ser innegablemente un blockbuster [y por tanto incluir inevitables concesiones comerciales (fuerte maniqueismo en los personajes -lo del "Draco Malfoi" es de órdago-, historia de amor tópica, rápida y metida con calzador...), impuestas -imagino- por una productora que quiere ir a lo seguro y admitido en el cine de masas, dada la potente inversión realizada], es uno de esos que salen buenos; de los que además de ser entretenidísimos gracias a su ritmo y sus ideas tanto visuales como argumentales, posee dosis importantes de emoción y no insulta apenas a la inteligencia del espectador, lo cual se agradece.
A estos valores hay que añadir otros como que está estupendamente rodada, que tiene enjundia y da que pensar acerca de la investigación científica y sus repercusiones, y que nos ofrece una media hora final acojonante, con acción bien filmada y ausente de horteras histerismos videocliperos.
Cuando se empezó a saber más de ella, al conocer que era una precuela de la primera de aquellas películas (la única realmente buena, ya que en esa pentalogía las había también mediocres o nomalitas, aunque posean en conjunto hoy en día un gran encanto) pensé que me apetecía mucho conocer por qué aquella nave que regresaba de tan larguísimo viaje espacial se encontraba con un mundo arrasado, y con humanos estúpidos y esclavizados por una civilización de simios con inteligencia humana.
Pues bien, vista ahora en su estreno, se puede uno quitar de encima todos los prejuicios previos y admitir que pese a ser innegablemente un blockbuster [y por tanto incluir inevitables concesiones comerciales (fuerte maniqueismo en los personajes -lo del "Draco Malfoi" es de órdago-, historia de amor tópica, rápida y metida con calzador...), impuestas -imagino- por una productora que quiere ir a lo seguro y admitido en el cine de masas, dada la potente inversión realizada], es uno de esos que salen buenos; de los que además de ser entretenidísimos gracias a su ritmo y sus ideas tanto visuales como argumentales, posee dosis importantes de emoción y no insulta apenas a la inteligencia del espectador, lo cual se agradece.
A estos valores hay que añadir otros como que está estupendamente rodada, que tiene enjundia y da que pensar acerca de la investigación científica y sus repercusiones, y que nos ofrece una media hora final acojonante, con acción bien filmada y ausente de horteras histerismos videocliperos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La secuencia post-primeros-créditos nos revela que realmente aún tiene que pasar un buen tiempo para el enganche cronológico con la pentalogía clásica, puesto que aunque las enfermedades contagiosas sean de rápida propagación, los simios indignados (...) están apenas empezando a ser inteligentes y siguen siendo aún sólo eso, simios, sin (todavía) el nivel de inteligencia, civilización y humanización con que nos los presentaban en la película de Schaffner, y a quienes conocían al llegar de su larguísimo viaje espacial la tripulación de Charlton Heston, quien acababa maldiciendo en esa final hoy mítico a los simios esclavistas, ignorando completamente lo que nosotros ahora ya sabemos: que también se debería acordar en sus maldiciones de cierta empresa farmacológica que operaba en la Tierra (si, ¡la Tierra!) quizá incluso siglos antes...