No es novedad que haya tantos reboots, spin-offs, secuelas, adaptaciones o remakes de absolutamente todo lo clásico en los tiempos actuales del cine, y sobre todo de Hollywood. Entre tantas películas, The Grudge también sufrió esta decisión y terminó presentando una película en el 2020. ¿Su resultado? Muy poco convincente.

No hay necesidad de extenderse en un film que cumple con todas las pautas de una película de terror de hoy en día: jumpscares predecibles, jumpscares "mentirosos", muertes y sangre por todos lados (aunque no necesariamente tan gráfica) y actuaciones que dejan mucho que desear. Todo esto se termina combinando para dar una muy pobre ejecución de una hora y media de película que por momentos se llega a sentir de 3 horas. Y cabe aclarar que la historia en general es bastante sencilla.

A pesar de esto, algunos de los aspectos de la trama, con relación a las muertes de los personajes y a lo que la maldición significa como tal, están bien justificadas y termina siendo convincente para que el espectador pueda comprender más de lo que está viendo. La ambientación y la música no destacan pero tampoco desentonan, solo sirven para adentrarnos más en el contexto de la premisa, como en absolutamente todas las películas de terror de hoy en día.

Entonces, ¿The Grudge 2020 es terriblemente mala? No tanto, pero si deja mucho que desear si la comparamos o tenemos en cuenta las películas de esta maldición que tuvimos antes. No la recomiendo.