Poco más de cinco minutos es lo que tarda el debutante Nacho Cerdá en contarnos más o menos de que va la película. A partir de ahí, el resto de la película es realmente acojonante. Es una película angustiosa, con buenos sustos y buenos momentos (aunque Cerdá es mucho mejor cuando insinúa que cuando muestra) y con un final que no deja cabos sueltos, si se toma la película como la pesadilla que es. Hacía mucho tiempo que no lo pasaba yo tan mal en el cine, por lo que no entiendo las malas críticas que ha cosechado la película. Además, en la sala la gente también salio aterrorizada (en el buen sentido). Aunque hay algo que no me gustó de la peli y lo cuento en el spoiler.
Buena ópera prima.